El Retiro, un barrio que arde ante tanta violencia

El barrio El Retiro, al igual que sus vecinos, sigue ardiendo ante tanta violencia e indignación y ayer volvió a ser epicentro de graves incidentes, con un auto incendiado y hasta disparos.

Enclavado en un sector de la ciudad donde se conjugan las localidades de Lisandro Olmos y Los Hornos, pero con jurisdicción policial asentada en Melchor Romero, los pobladores de todo la zona lindante al campo de juego de una conocida institución deportiva de la Ciudad, sobre las calles 161 y 52, viven horas de crispación, temor y bronca, ante la presencia de supuestos vendedores de droga, que desde el jueves pasado disputarían a sangre y fuego ese territorio.

Como este diario publicó en exclusiva en su edición anterior, producto de esa confrontación, el sábado último, cerca de las nueve de la noche, un hombre que estaba mirando televisión en su casa, en compañía de dos sobrinitos, uno de ellos hipoacúsico, terminó con un disparo en la cintura.

Fue producto del ataque de un grupo de cinco “gatilleros”, que se movilizaba en un auto de color gris y huyó tras las detonaciones.

Claro que, de acuerdo a los testimonios que recogió EL DIA, el objetivo de la balacera era un presunto búnker ubicado a escasos metros de ese lugar y donde también hubo un herido con un tiro en una pierna.

Siempre en base a las fuentes consultadas, se trataría de un “transa” de 20 años, que ayer recibió el alta médica y no fue bien recibido por los frentistas, que habían salido a reclamar su inmediata expulsión del barrio.

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“Cuando lo vieron, se armó feo”, expresó un pesquisa.

Precisamente, de acuerdo a información oficial, el padre del joven, arma en mano, gritó delante de todos los manifestantes que no pensaban irse a ningún lado.

El hombre, que también estaría vinculado a esa actividad, que tanto daño haría en la salud de muchas personas, la mayoría jóvenes, no se quedó en amagues.

“Tomó una tela con combustible o, algún elemento inflamable, lo metió dentro de un vehículo Fiat Palio de color rojo, que sería de su propiedad, y lo prendió fuego”, contaron.

“Después, levantó su arma y efectuó varios disparos al aire, sin herir a nadie”, agregaron.

Instantes más tarde, con los ánimos muy crispados, un auto los pasó a buscar y los dos se retiraron con rumbo desconocido.

Respecto del vecino baleado, se indicó que también ya pudo regresar a su hogar, porque la bala no le afectó órganos vitales.

PRESENCIA POLICIAL

Se supo que en el barrio quedó una consigna policial para controlar eventuales altercados y traer algo de la tranquilidad perdida.

En el caso también trabaja la fiscalía penal en turno de La Plata, a cargo de Álvaro Garganta, que podría poner en marcha distintas diligencias probatorias, más que nada en función del trasfondo de la problemática barrial, aunque, en el marco de un cerrado hermetismo, no trascendieron cuáles podrían ser esas medidas.