Cortan la luz, destrozan una vidriera y escapan con 20 celulares en el centro de La Plata

Al menos dos sujetos perpetraron ayer por la madrugada un audaz atraco en un negocio ubicado en pleno centro de la Ciudad.

Según pudo averiguar este diario, por estas horas se está intentando definir si fueron los hampones quienes provocaron un corte de luz para desactivar por completo el sistema de seguridad del local o si, por el contrario, aprovecharon la circunstancia de la interrupción en el servicio para delinquir. Desde la prestataria informaron que no se registró un corte por lo que todos los cañones apuntan a que fue interrumpido para cometer el ataque.

El hecho ocurrió en un negocio dedicado a la venta de celulares y accesorios para este tipo de dispositivos que se encuentra emplazado en la esquina de 8 y 48.

A raíz de que hasta el momento no se han hallado registros fílmicos fehacientes, se proyecta que, alrededor de las dos de la madrugada los individuos rompieron un vidrio del frente e ingresaron con el objetivo de vaciar el mostrador en el que se encontraban los celulares exhibidos y llevarse artículos como cargadores, auriculares y fundas.

Según los testimonios que recolectó la policía, nadie en la zona se percató de esta situación.

Además del hecho de que la alarma nunca sonó, jugó a favor de estos hampones que el vidrio contra el que atentaron no se desprendió por completo.

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De haber caído más de un vecino se hubiese puesto en alerta al escuchar el ruido de vidrios rotos.

Lo concreto es que los encargados del local recién se percataron de la situación en horas de la mañana cuando llegaron a abrir. Al ingresar, de forma inmediata detectaron los faltantes. Se calcula que se apoderaron de 20 aparatos.

Confiados en que podrían obtener información precisa sobre el ingreso de los maleantes, la cantidad exacta de sujetos que intervinieron en el hecho y la imagen de sus rostros se llevaron una gran decepción cuando se dieron cuenta de que el sistema de seguridad solo había registrado un corte de luz minutos antes de las 02.00.

“Se llevaron todos los teléfonos que estaban exhibidos. La mayoría eran de gama media. Creo que quedaba uno sólo de alta gama. Sin dudas que la situación es preocupante ya que da el pie a pensar que puede comenzar a suceder más seguido. Si les salió bien una vez, es probable que se les cruce por la mente la idea de volver”, expuso un representante de la firma en diálogo con este diario.

Al referirse al botín sustraído, un empleado fue enfático al afirmar que los teléfonos sólo podrán servir para repuesto ya que con el número de imei se bloquean de forma automática.

El IMEI, del inglés International Mobile System Equipment Identity, es un código de 15 dígitos pregrabado en los teléfonos móviles, el cual funge como un código internacional de identidad que tiene cada teléfono celular y que lo distingue de manera única.

Una vez que se denuncia el robo o extravío del dispositivo, mediante el IMEI el operador bloquea el teléfono e impide que se siga utilizando en su red o con otra empresa.

Si bien es muy probable que el damnificado no pueda recuperar su aparato, esta medida apunta a desalentar el hurto de estos dispositivos.

Es en este marco que los especialistas en la materia recomiendan a las personas interesadas en comprar un teléfono que, para evitarse un dolor de cabeza, utilicen el número de imei para verificar que el dispositivo no haya sido reportado como robado.

Estos dígitos se pueden obtener marcando *#06# desde el celular. También se puede encontrar debajo de la batería, impreso en el equipo o en la caja original.

Por ser cometido en plena madrugada y contra un comercio, el hecho cometido en 8 y 48 remite de forma ineludible al robo que tuvo lugar el domingo por la madrugada en un local ubicado en un sector de Ensenada del que se llevaron un botín valuado en medio millón de pesos.

Tal como informó este diario en su edición de ayer, la situación dejó en jaque a los propietarios ya que se trata del tercer robo que sufren en menos de un mes.

El hecho, según fuentes policiales, ocurrió minutos antes de las 5 de la mañana del domingo en un negocio dedicado a la venta de indumentaria que se encuentra emplazado en San Martín, entre Don Bosco y Ferella.

Los dueños se toparon con su local desvalijado el lunes por la mañana cuando fueron a abrir. Trascendió que el valor de lo robado ascendería a los 500 mil pesos.