Alimentos, por el récord: en marzo, siguen los aumentos

Los precios de alimentos y bebidas no se detienen. Según un relevamiento realizado por este diario en supermercados y almacenes de la Ciudad, en lo que va de marzo ya se registran aumentos del 5 por ciento en productos de primera necesidad y en algunos casos incluso las subas son superiores a ese porcentaje. Hay distribuidores que ya anticiparon que la leche perderá las bonificaciones y que los quesos crema tendrán un “aumentazo”.

Santiago, encargado de un supermercado cercano a Parque Alberti, sostuvo que “aumenta todo en general. En lo que más se va a notar es en los lácteos, las leches pierden la bonificación que les hacen las fábricas y esta semana se viene un aumento importante para los quesos cremas”, apuntó el encargado.

El comerciante destacó que aumentaron considerablemente los artículos de limpieza y de perfumería a razón de un 10 por ciento, aunque ese porcentaje fue mayor en ciertas marcas.

El martes, el Indec informó que la inflación de febrero fue del 6.6% y el segmento de alimentos y bebidas no alcohólicas lideró el ranking con 9.8%.

“Está subiendo todo, no para. Hay productos que teníamos en stock desde hace dos o tres meses y cuando llega el momento de reponerlos el impacto económico es mucho mayor”, concluyó.

En un supermercado cercano a la plaza Azcuénaga se remarcó que subieron mucho los artículos con papel, ya sea las servilletas en rollo, las que vienen dobladas y el papel higiénico.

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Además se consignó que en la última semana fue imposible reponer una de las mayonesas más tradicionales en su presentación de 500 gramos y de kilo. y se agregó que sufrieron un gran aumento las tapas de tartas y las de empanadas.

MARZO PICANTE

Fernando Savore, presidente de la Federación de almaceneros de la provincia de Buenos Aires - FABA - se refirió a marzo como un mes que en materia de precios en el rubro de alimentos y bebidas puede llegar a ser aún más “picante” que febrero.

“Los empresas lácteas por lo general le ponen precio alto a sus productos, pero en las listas aparece una bonificación que aclara que a eso se le resta un 10 o un 15 por ciento. Cuando se les ocurre borrar ese beneficio se produce una especie de aumento encubierto”, explicó el dirigente.

Savore sostuvo que la luz de alarma se encendió en febrero cuando los almaceneros notaron que cada semana se producía un cambio de precios.

“Nosotros lo veníamos advirtiendo, pero mucha gente no se daba cuenta porque, por ahí, estaba con la cabeza en las vacaciones. Finalmente, los alimentos subieron casi un 10 por ciento”, dijo Savore.

Con el periódico ejercicio de ir a los mayoristas a cotejar precios, el dirigente afirmó que a todos los productos que compró tuvo que cambiarles el precio al reponerlos en las góndolas.

Entre otros mencionó el cajón de huevos que pasó de 1.900 pesos a 2.250 o los edulcorantes que aumentaron entre un 25 y un 30 por ciento, por lo que su valor ronda entre 400 y 500 pesos, según las marcas. También subió considerablemente el atún, ya sea de primeras marcas como otros que son de segunda línea.

El comerciante destacó que los artículos de higiene y limpieza aumentaron el mes pasado un 12 por ciento, pero en marzo siguen en alza. Consignó que ningún jabón cuesta menos de 200 pesos, ni se consigue champú que no ronde los 800 pesos.

EL 15 YA SE VIVE COMO A FIN DE MES

“Para el día 15 la gente ya vive como si fuera fin de mes o no compra porque ya no tiene plata”, apuntó el dirigente.

Si bien se indicó que no hay faltantes, Savore afirmó que hay determinadas marcas que aunque son caras cuesta conseguirlas. En los hipermercados tampoco se consigue aceite a 430 pesos, tal como establece el acuerdo que firmaron las cámaras empresarias con el Gobierno al acordar el programa Precios Justos.

“La gente tiene una gran incertidumbre porque ya no sabe qué es barato y qué es caro. Por ejemplo, yo vendía la lata de duraznos a 480 pesos y ahora lo pagué en el mayorista a 520 pesos, o sea la inflación me comió la rentabilidad”, aseguró para graficar la falta de parámetros para evaluar si los artículos se venden a buen precio o quedaron desfasados con la inflación.

Se informó que desde la Federación de almaceneros se aconseja a sus miembros chequear los precios de los artículos que tienen en stock para que la inflación no se coma la mercadería.

Otro factor que se vislumbra como complicado es el que se vincula con la producción de materias primas como la harina y el efecto de la sequía.

“Hasta que se mantuvieron los subsidios la harina costaba unos 100 pesos y ahora está 150 pesos; eso llevó por ejemplo a que las galletitas aumentaran un 10 por ciento por mes desde enero y sigue subiendo”, aseguró el almacenero.

Además se analizó que en pocos días el aumento que tuvieron los combustibles se va a trasladar a los productos por el lógico encarecimiento de la logística.