Macron no cede: otro día de furia y paros

Se llevó a cabo en la jornada de ayer la décima jornada de huelga y movilización contra el decreto que aumenta la edad jubilatoria. Las fuerzas policiales desplegadas en un gran operativo, reprimieron a los manifestantes que salieron a las las calles de las principales ciudades francesas.

Pese a la mayor participación de la juventud fueron menos de lo habitual, los manifestantes que salieron ayer a reclamar el retiro de esta ley. Y si bien los hechos de violencia también fueron menores, se registraron choques entre manifestantes radicales y fuerzas de seguridad en ciudades como Rennes, Nantes y París.

Después de más de dos meses de protesta, el movimiento social contra la reforma sigue siendo poderoso, ruidoso y enégico. Es cierto que el décimo día de movilización no alcanzó los récords de asistencia del 31 de enero ni del 7 de marzo, e incluso está por debajo del día anterior informaron fuentes del Ministerio del Interior. Estimaron que ayer hubo alrededor de 740.000 manifestantes contra 1,09 millones del 23 de marzo. Pero el nivel sigue siendo relativamente alto, los datos difieren según la fuente informante: en París se contabilizaron unos 93.000 manifestantes según la jefatura de policía y 450.000, según la central obrera.

El secretario general de la CFDT, por su parte, lamentó que su propuesta de mediación formulada en la mañana fuera inmediatamente desestimada por el Gobierno. “Seguiremos siendo responsables”, dijo. Pero hay molestia” por la actitud del ejecutivo. “¿No es inconsciente apostar por el ahogo y la resignación cuando se sabe del riesgo de explosión social? “, preguntó Cyril Chabanier, quien, sin embargo, se alegró de ver a la juventud cada vez más presente en las procesiones. “Puede ayudarnos a aguantar”, dijo el presidente de la CFTC.

Mientras, el prefecto de Hérault, Hugues Moutouh, denunció ayer a la tarde “actos de vandalismo” cometidos en Frontignan, cerca de Sète, donde cuatro autobuses fueron incendiados tras una jornada de tensión entre policías y manifestantes cerca de un depósito de combustible. “Ningún reclamo en la vía pública puede legitimar tal conducta que es delictiva”, escribió en Twitter.

MÁS DETENIDOS

En tanto, 55 personas habían sido detenidas en París por hechos vandálicos durante la m anifestación,además, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos contra cientos de personas, vestidas de negro y con la cara cubierta, que saqueron un comercio y prendieron fuego la basura.

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Los enfrentamientos entre la policía y un grupo de varios cientos de personas se produjeron en la capital, poco antes del final de la manifestación en la Place de la Nation. Enfrentamientos también en Nantes, donde se incendió una sucursal bancaria y se atacó el tribunal administrativo. En Lyon, la procesión estuvo salpicada con establecimientos destrozados.

Ayer, la central obrera anunció que los basureros de París retomarán sus actividades hoy, después de tres semanas de una histórica huelga. Los trenes circularon con una notable disminución de su frecuencia, y en París, el transporte público registraba “perturbaciones”, según su operador.

La Torre Eiffel, una de las principales atracciones turísticas, permaneció cerrada al público. En este contexto de creciente tensión, el Gobierno y los sindicatos buscan cómo calmar los ánimos, pero firmes en sus posiciones: las organizaciones sindicales quieren la retirada o la suspensión de la reforma, algo que Macron rechaza.