Buscan parar el “vapeo”: adolescentes en el grupo de riesgo

El Ministerio de Salud prohibió la importación, distribución, comercialización y publicidad en todo el país de distintos tipos de cigarrillos electrónicos, incluidos sus accesorios, por ser potencialmente dañinos para la salud.

Con la resolución 565/2023 publicada en el Boletín Oficial (rige desde ayer), se completa la norma establecida en 2011 a través de la disposición 3226/2011, y ratificada por la ANMAT en 2016 en un comunicado donde dispone que se prohíbe “la importación, distribución, comercialización y la publicidad o cualquier modalidad de promoción en todo el territorio nacional del sistema electrónico de administración de nicotina denominado `Cigarrillo Electrónico´, extendiéndose dicha prohibición a todo tipo de accesorio para dicho sistema o dispositivo, como asimismo a cartuchos conteniendo nicotina”, ya que menciona a los productos de tabaco calentado.

Sin embargo, los cigarrillos electrónicos o vapeadores siguen vendiéndose en todo el país casi sin restricciones. En una recorrida por la Ciudad, este diario constató que no parece ser un producto prohibido ya que se encuentran en las vidrieras de tabaquerías, growshops y locales de tatuajes y colocación de piercing, entre otros.

adultos y adolescentes

Según contaron los comerciantes, hay dos tipos de consumidores. Por un lado los adultos que los compran como una ayuda para dejar de fumar tabaco, y por otro los adolescentes que buscan “transgredir las normas o estar a la moda”. Claro que la venta de este producto a menores de 21 años está prohibida, pero no siempre se respeta esa legislación.

Y si bien tiene una demanda considerable, no se trata de un producto económico. Los cigarrillos electrónicos descartables pueden conseguirse desde 3.800 pesos en la versión de 600 “puff”. Los recargables arrancan de un costo de 10 mil pesos.

Hasta no hace muchos años, no había evidencia de que este dispositivo electrónico generara daños en la salud porque faltaban años para analizar los efectos a largo plazo.

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Sin embargo, ya hay algunos estudios internacionales y nacionales que tienen evidencia de lo perjudicial que el vapeador puede resultar para la salud. Tanto o peor que fumar tabaco.

“Una investigación canadiense demuestra que el aerosol de los cigarrillos electrónicos afecta el sistema inmunitario de los pulmones. Cada vez hay mas evidencia de que se genera destrucción de tejidos, obstrucción de la defensas y también que se lesiona el ADN, generando un daño irreversible”, advierte Andrés Echazarreta (M.P. 19.800) ex jefe servicio de Neumonología del Hospital San Juan de Dios y jefe del área de medicina respiratoria del Centro Médico Capital de nuestra ciudad.

“Los cigarrillos electrónicos se componen de tres elementos: una batería, un atomizador y un cartucho. Esta última tiene distintos componentes químicos y la nicotina está presente en casi todas ellas. Al principio, la excusa de usar este tipo de dispositivo es que no tiene nicotina o que tiene mucho menos que los cigarrillos de tabaco. Pero por otro lado, también los recomiendan argumentando que al componerse sólo de nicotina y no de todos productos del cigarrillo convencional, es mejor. Sin embargo, el proceso de calentamiento que se produce para vapear genera otras sustancias igual o peores que la nicotina. Estos aerosoles que se producen tienen alteraciones sobre la pequeña vía aérea y esto produciría lesiones similares a las que genera el humo del tabaco”, explica el especialista.

“Celebro esta prohibición. El humo del tabaco y el del cigarrillo electrónico producen enfermedades que llevan a la muerte de mucha gente y hoy, para todo el sistema sanitario las enfermedades ligadas a este producto adictivo generan un gasto excesivo”, resalta el neumonólogo, quien además agrega: “El otro problema es que el uso del cigarrillo electrónico mantiene la habitualidad, el gesto tabáquico. No sólo se aspira nicotina y derivados, sino que se continúa el hábito de inhalar y muchos pacientes que lo consumen para dejar de fumar luego vuelven al tabaco. Lo desaconsejamos totalmente para la cesación tabáquica”, enfatiza Echazarreta.

incidencia detectable

El experto da cuenta de que en la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, ha ido bajando la prevalencia de consumo de tabaco, “pero en la de 2018 apareció un 1 por ciento de incidencia de uso del Cigarrillo Electrónico, y ese porcentaje aumenta en adolescentes y jóvenes, lo que es más alarmante porque los pulmones terminan de desarrollarse después de los 20 años y muchos de estos adolescentes incorporan sustancias nocivas antes del desarrollo pulmonar”.

En ese sentido, el neumonólogo infantil Maximiliano Salim (M.P. 11.1148) advierte que “el gran problema que tenemos es que en los adolescentes está incorporada la idea de que el vapeo no es dañino y muchos lo utilizan, además para inhalar marihuana. Y lo que lo hace más serio a este tema es el hecho de que por ser productos que están prohibidos y se realizan sin ningún control, se desconoce la real concentración de nicotina y otras sustancias que los componen”.

Salim resalta que “han aparecido casos fatales por inhalación de sustancias de los cigarrillos electrónicos. Es un síndrome respiratorio grave y agudo conocido como EVALI: un daño pulmonar potencialmente mortal causado por el vapeo. En Estados Unidos se registraron decenas de muertes por el EVALI. El tema empezó a hacerse más visible a mediados del 2019 pero el Covid tapó esa problemática porque se volvió la enfermedad respiratoria más importante en los últimos años”.

Y es que este daño pulmonar directo puede ocurrir a causa de los productos químicos, los vapores y los metales ya que la forma líquida de algunas sustancias puede cambiar cuando se convierte en vapor. Se pueden producir nuevas sustancias químicas nocivas que no estaban en el líquido. También pueden reaccionar o combinarse con otras sustancias químicas, causando más daño. Los metales como el níquel, el estaño y el aluminio se pueden introducirse en los pulmones.

“La preocupación es por el incremento en el consumo de adolescentes. Entre los jóvenes se desconoce el daño que hace. Tenemos que alertar que esas nuevas experiencias pueden ser mortales porque sus sustancias no se conocen con certeza ya que los dispositivos se fabrican de forma ilegal. Lo peor es que se pueden comprar por Internet sin problemas y además, las soluciones para vapear saborizadas terminan siendo adictivas”, marca el especialista.

Salim aprueba la nueva resolución: “Pone el tema en discusión desde el Estado. Hay que desalentar el consumo sobre todo en adolescentes”, dice.

“Se desconoce la real concentración de nicotina y otras sustancias que los componen”

“El uso del cigarrillo electrónico mantiene la habitualidad. No sirve para dejar de fumar”