Coque: el sueño de un lugar mejor

Tres hermanos, tres proyectos distintos Un amor, un proyecto y un sueño. La leyenda de Madrid.

Las grandes historias mezclan historias, mitos, verdades y sueños. Eran tres hermanos y al final el tiempo y sus objetivos los juntó.

El mayor, “Rafael”, se dedicó al combate contra toros. El del medio, Mario, le gustó la cocina. El menor, Diego, se hizo contador; claramente algo le fallaba, nunca nadie puede confiar en un contador.

Pero el destino les jugó una pasada. El supuesto libre albedrío los juntó. Y esa noche se escucharon, y planearon; tomaron decisiones, se pusieron de acuerdo.

Compartían un sueño, la independencia de la familia, el respeto,

Arrancaron cada uno por su lado y en dirección distintas. Un barco que remaba al este, norte y sur con vientos del oeste.

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La caída del sol y la aparición de las estrellas, les hizo perder el rumbo y el compás.

Al final entendieron, cada uno de ellos tenía una misión diferente.  El cocinero cocinó, el contador contó y el torero ordenó y acomodó.

Pero eso no fue suficiente. Había paz pero no equilibrio. Así se juntaron los tres en silencio y secreto. Su reunión cambió el mundo. Ese día nació la leyenda.

17 PASOS, 17 VINOS

El cocinero, el enólogo y el contador. Eran los tres mosqueteros, el mundo sería distinto después de su paso. Un campo, un menú, más de 28.000 vinos; un equilibrio y respeto.

Coque es un lugar que existe en sueños, sabemos que existe pero nunca lo disfrutamos. El restaurante del trío invencible es una cuestión de leyendas, cómo el caballo de Troya, los mitos griegos de esas gigantescas comidas o la cena interminable en el Valhalla de los Vikingos.

EL INICIO

Entrar al lugar es visitar el cielo.

Esta comida, estos 17 pasos, nos transportan a un mundo mejor. A un lugar adonde siempre uno ha querido ir. Reencuentros con esas personas que ya no están, pero que nos esperan, sin dudas.

El torero era la tapa de muchos diarios, y un día se cansó, bajó capa y espada. Así fue a buscar a sus hermanos. El cocinero buscaba un mundo nuevo. El contador se cansó de crear millonarios a desconocidos.

Así volvió “Coque”, un bar de tapas del abuelo de esta familia. Coque cumple 70 años. Fue un bar de tapas. Hoy es un sueño. Un logro de tres que nunca se dejaron de amar.

Tras más de 40 años y tres generaciones en el mismo edificio de la localidad de Humanes, la que fuera casa de comidas y restaurante familiar de la familia Sandoval ha dado un paso adelante y cambiado de escenario para crecer.

Con 2 estrellas Michelin, 3 M en la Guía Metrópoli y 3 Soles Repsol, el restaurante Coque ha abierto sus puertas en el corazón de Madrid, en un espacio de 1.100m2 donde caben ilusiones, sueños y respeto.]

Mario, Rafael y Diego Sandoval, la tercera generación, han ideado el espacio que querían, cada uno aplicando querencias y aptitudes, siempre bajo la supervisión global del diseñador Jean Porsche.

El resultado es un proyecto que transmite su “fuerza actual”, explica Mario Sandoval.

Una decoración y disposición pensada para el disfrute del comensal, que crea una experiencia gastronómica original y única, con un viaje sensorial a través de cuatro espacios. Coctelería, bodega, cocina y sala, donde finaliza un recorrido personalizado y pensado al milímetro. En cada estancia, el cliente saboreará el resultado de la mente creativa de Mario, una cocina evolucionada pero con los pies en su tierra, que sabe adaptarse e investigar para ofrecer el bocado perfecto.

LA EXPERIENCIA

Llegar a Coque es iniciar un viaje gastronómico basado en los sabores y la innovación. Un viaje en el que se incorporan todos los sentidos. Es necesario no solo oler y paladear, también tocar, palpar, imaginar y hasta recrear sabores que quizá nunca se hayan percibido en la boca.

Un espacio ganado al anterior local recrea una coctelería para empezar el recorrido. Tras la inmersión, y rodeados 3.000 referencias que hablan y cuentan historias, el “coliseo del vino embotellado” en tres alturas acerca a una de las tres patas del universo Coque, la enología que lidera Rafael. Estás dentro y no quieres salir. El siguiente paso lo esperas: la cocina donde recibe Mario y en la que descubres su mítico horno de leña o un espacio para el I+D a la cocina de Mario.

El último tramo lo conducirá Diego, el jefe de sala. Cómodamente sentado en el salón principal, la melodía llegará al clímax, también con carros y servicio de finalización de platos en mesa. La herencia está transmitida. El futuro lo puedes tocar.