Una juntada entre amigos acabó al filo de la tragedia

En un barrio todavía conmocionado por el tiroteo que el pasado jueves por la noche “despertó a medio mundo”, las especulaciones sobre el motivo que desencadenó la demencial reacción de un sujeto durante una reunión con sus amigos, continuaban in crescendo.

Es que apenas se conoció el hecho salió a la luz la versión de que todo se había terminado desmadrando por una partida de truco. Pero, con el correr de las horas fueron surgiendo diferentes teorías entre las que figuran una discusión por temas relacionados a la rivalidad entre dos clubes de fútbol, una diferencia por una deuda de vieja data y hasta un chisme sobre una presunta infidelidad.

Según trascendió todo apunta a que se trató de un comentario al pasar, un chiste con ribetes de chicana que se solían hacer entre ellos pero que, el efecto de algunas copas de más, provocó que fuera interpretado más como una ofensa que como una broma del código de amigos que tenía este grupo.

Lo cierto es que ese comentario fue el detonante de una fuerte discusión que terminó con uno de los invitados inmerso en un torrente de ira. Tal fue la ofuscación del sujeto que, entre insultos y ademanes, terminó abandonando la casa ubicada en 142 entre 63 y 64, donde se estaba realizando el convite.

De pronto, lo que apuntaba ser un momento de camaradería terminó convirtiéndose en una situación dramática con rostros de preocupación y susto. No obstante, transcurridos unos minutos se optó por seguir con la reunión fundados en la idea de que muy probablemente su amigo había tenido un mal día y que habían terminado pagando justos por pecadores.

Jamás se les cruzó por la mente que al cabo de unos minutos volvería armado y decidido a acabar con la vida de todos. Quizás por ello cuando lo vieron que estaba entrando nuevamente a la casa creyeron que en el camino había recapacitado y que había vuelto para pedir disculpas y continuar siendo parte de la fiesta.

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Pero, grande fue el estupor de todos cuando extrajo de entre sus prendas un revólver y apuntó contra la humanidad de la persona con la que había estado discutiendo. De dramática, la situación pasó a transformarse en una película de terror y suspenso. Para que depusiera su actitud, hubo quienes le pidieron que pensara en su familia.

Pero el sujeto estaba decidido e incluso amenazó con que le tiraría al que se interpusiera en su camino, una acción que tranquilamente podría haber llevado a cabo ya que el Pasper calibre 22 que la Policía encontró en poder del sospechoso instantes después tenía 8 municiones en el tambor, 2 de ellas percutadas.

Justamente, una de las percutadas fue la que terminó dando en una pierna del dueño de casa, un hombre de 30 años que terminó siendo trasladado por sus familiares hasta el UPA de Los Hornos en donde se le realizaron las primeras curaciones.

De este modo, pese a los desesperados pedidos de sus amigos, el sujeto demostró una total frialdad y disparó contra su ahora “ex amigo” en dos ocasiones. Tras las detonaciones, abandonó la morada raudamente. Gracias a un operativo cerrojo la policía pudo dar con el sujeto de 53 años a las pocas cuadras, cuando circulaba en su Fiat Uno.

Según confirmaron a este diario, mientras es investigado por lesiones y abuso de arma, el sujeto permanecerá en libertad pero con una medida de restricción. La causa la instruye la UFI 6. En tanto, se dio a conocer que la víctima no corre riesgo de vida.