Tras el polémico penal en el clásico de Avellaneda, Falcón Pérez recibió amenazas

El polémico penal sancionado a favor de Racing por parte de Yael Falcón Pérez en cancha de Independiente continúa dando de qué hablar. Tras recibir la protesta de los jugadores al regresar del entretiempo, la violencia escaló.

La infracción sancionada para determinarse en el punto penal fue de Vallejo contra Mura. Matías Rojas liquidó el descuento para terminar empatando en un clásico de Avellaneda caliente. 

Pérez rompió el silencio este lunes en ESPN con la conducción del Pollo Vignolo y se mostró satisfecho con la decisión: “Tengo claridad de la jurada y no tengo duda”. Cómo explicó, en cuanto vio la falta cobró: “Escuché posturas y opiniones pero acá hay una subjetividad”.

“Uno decide en campo, es una milésima de segundo. Uno gira y tiene que decidir. La cabina tiene la posibilidad de analizar la jugada. Donde finaliza es donde lo toca con las manos y es sobre la línea del área. El VAR confirma, observa, chequea y ratifica”, describió.

Sobre la revisión del VAR, destacó que Darío Herrera le dio el visto bueno a su interpretación “rápidamente”. Con la tranquilidad de este aval, al regresar al campo de juego para el complemento se encontró con los reproches.

“La falta es clara, nadie la discute”, agregó el árbitro para luego mencionar que no miró nada en las redes sociales en el descanso porque esto los limita para el complemento. “Soy docente y hay cosas que son inadmisibles”, se explayó.

Amenazados

En este contexto, con Racing a 12 puntos del puntero River y con Independiente lejos de la mitad de la tabla, después del partido comenzó la pesadilla para la familia del árbitro, quienes recibieron amenazas.

Dirigidas “a mi hermano, a mi madre y a mis hijos”, la familia tuvo que pedir la intervención policial por los ataques. “Mi madre es médica, trabajó toda la vida en la medicina, no está acostumbrada a vivir estas cosas. Mi hijo es chico, si fuera más grande y tuviera 13 años lo sufriría. Una cosa es equivocarse y otra ser pretencioso hacia un lado”, afirmó.

En tanto, reveló que en la casa de su madre recibieron pintadas y les tiraron bengalas, a la vez que daban detalles de las salidas del colegio de sus hijos. Molesto, pidió al periodismo mayor imparcialidad y dejar de “denigrar a los árbitros”. “No somos robots, somos personas”, cerró Pérez.