Una sentada estudiantil por ratas en el Normal 2

El mal estado edilicio de algunas escuelas vuelve a ser noticia. Esta vez no se trata baños rotos o falta de ventiladores, sino de la presencia de roedores.

Esto fue lo que denunciaron desde la comunidad educativa del Colegio Normal 2 de La Plata, que finalmente derivó en una sentada estudiantil y una posible marcha al Consejo Escolar, ya que los alumnos aseguraron estar preocupados no tanto por las ratas como por el uso de veneno para la desratización.

En ese sentido, Carolina, vicepresidenta del Centro de Estudiantes, consignó desde la escuela de diagonal 79 entre 4 y 5 que “junto al cuerpo de delegados y centro de estudiantes decidimos cortar la calle porque se filtraron videos en el colegio en donde se vio una rata”.

Según explicó, “se está realizando una desratización en el colegio, pero creemos que nos tienen que dar más información y que tienen que venir un inspector de salubridad para que determine si el colegio está apto o no para asistir a clases”.

“Es una locura que tiren veneno y en menos de un día nos convoquen al colegio cuando podría perjudicar la salud de alumnos”, afirmaron los estudiantes.

“Con la gestión directiva actual no tenemos ningún problema. Ellos labran los reclamos. El problema es con la Dirección de Escuelas y con el Consejo Escolar”, enfatizaron.

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En ese marco, no descartaban marchar al Consejo Escolar de 2 y 42 para dar a conocer el reclamo “y que se tomen las medidas más adecuadas”.

Siguen los reclamos

Por otro lado, continúa el malestar en la comunidad educativa de la Primaria Nº 1 “Francisco Berra” de La Plata, donde parecen estar lejos de un acuerdo para organizar la hora añadida a las clases con el objetivo de mejorar la preparación en matemáticas.

Por un lado, un grupo de padres firmó un petitorio para pedir ante la Dirección General de Cultura y Educación que los chicos de primero y segundo grado ingresen al establecimiento a las 7.30, en lugar de las 7. Pero los papás de tercero y cuarto fueron más allá y se “rebelaron”.

“Se decidió entre los padres de tercer y cuarto grado que ningún chico ni chica va a entrar a las 7. Los vamos a traer a todos a las 8, más allá que sea obligatorio”, le dijo una madre a este diario tras la reunión que se mantuvo con las autoridades del establecimiento.

La problemática deriva, según el planteo, en las dificultades de organización familiar que supone el ingreso una hora antes, en particular, para familias que viven en puntos alejados de la escuela.