Una camiseta histórica del campeón de 1913 y su relación con la Brujita Verón

Días atrás llegó al Museo de Estudiantes una camiseta histórica: la de Héctor Ratti, integrante del equipo campeón del amateurismo en 1913. Fue el primer título del Pincha pese a que hoy no sea incluido en el palmarés. Esa casaca ya luce en las vitrinas y tiene una historia hasta el momento desconocida.

“Es muy importante para nosotros y para Estudiantes. No hay muchas camisetas originales tan viejas que puedan lucirse en los demás clubes”, destacaron Martinaschi y Cermele, dos de los integrantes del Museo Pincha.

Además del valor que por sí tiene la camiseta, que ya puede verse junto a los demás objetos en la planta baja de la Sede Social albirroja, se conoció un dato nunca revelado sobre este exjugador y su vínculo con Juan Sebastián Verón: era su tío bisabuelo, a quien lógicamente no conoció.

El padre de Cecilia Portella, la madre de la Brujita, era Juan, hijo de María Livia Ratti, hermana del mencionado jugador Ratti. Así que de alguna manera el ADN de campeón puede unir a la familia desde los orígenes al presente, pasando por los títulos de la década del ‘60 con Juan Ramón Verón en el equipo que construyó Don Osvaldo Zubeldía.

El amateurismo: estudiar, trabajar y jugar al fútbol

Héctor Ratti nació en el año 1890 y se crió en la ciudad de La Plata, localidad en la que vivió hasta su juventud. Desde su niñez se interesó por los deportes y a lo largo de su vida practicó fútbol, esgrima y pelota paleta. Fue un hombre de gran porte físico, con sus casi 1.90 metros de altura y su entereza física generaba una imagen de un defensor recio y combativo. A comienzos del siglo pasado el fútbol estaba dando sus primeros pasos en la Argentina, regía el amateurismo y distintas federaciones organizaban el deporte que comenzaba a asentarse como el más popular del país. Ratti, en su adolescencia comenzó a jugar al fútbol al mismo tiempo que en una zapatería de La Plata se fundaba Estudiantes, donde ya en su juventud formó parte de esta institución logró el ascenso a primera en 1911 y el primer título de la historia del club en 1913. La historia de Héctor (socio número 83 del Club) no sólo refleja el pasado y origen de Estudiantes y una parte de nuestro fútbol que se ha perdido en el tiempo, sino que nos vincula directamente con el presente. Los objetos que permanecieron vivos en el tiempo (la remera con la que obtuvo el campeonato del 13, carnet de jugador, medallas y fotos) conectan hoy con el pasado.

Su padre le puso la condición que para continuar jugando al fútbol y trabajar con él en el campo de Daireaux, tenía que estudiar una carrera universitaria y fue así que finalizando la primera década del siglo pasado comenzó a estudiar la carrera de Abogacía en la UNLP. En paralelo jugó al fútbol y su primer partido fue ante un combinado de Rosario en la cancha que utilizaba Estudiantes, en ese entonces, ubicada en 51 y 20.

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Luego llegó al ascenso de 1911 y el título del ‘13. De esos años, ahora, están en exhibición la camiseta y varios objetos más. Nunca está demás revisar el pasado para entender el presente.