Robo millonario en el Gran Bell: la pista del entregador y hacia donde van las sospechas

La familia del empresario platense, víctima del golpe millonario registrado en el Grand Bell, está convencida de que hubo un entregador. De otra manera, no podrían saber que el cofre donde el dueño guardaba “los ahorros de toda una vida de trabajo” estaba detrás de un espejo, dentro del vestidor de la habitación de la planta alta.

Siempre detrás de esa pista -que es la principal-, si bien en las últimas horas se mencionó que podía existir alguna situación familiar, esa versión fue desmentida categóricamente por Diego Lacki, el abogado de la víctima.

Como se informó días atrás en este diario, en base a la información revelada en las últimas horas con respecto a ese caso, la bóveda sólo se abría con código de huella digital. Pero la “barretearon” y pudieron violarla. Tenían conocimientos específicos para actuar rápido en este tipo de maniobras, dijeron los investigadores del caso.

Los cuatro ladrones hicieron una fina labor de inteligencia. “No fue un robo al voleo. Tenían información certera y se movían con tranquilidad a sabiendas de que nadie los iba a detener”, contó este lunes el abogado del propietario, Diego Lacki.

El damnificado, que se dedica desde hace 50 años al comercio de la carne, “tenía todos los ahorros” en su casa. Además, había joyas, recuerdos y tres armas.

Como bien informó este medio, el método de la banda para entrar fue sumamente ingenioso y con “una precisión quirúrgica”. Una mujer, que según las cámaras de seguridad, es rubia, llegó al country a bordo de un Peugeot 208.

Dentro del auto había tres delincuentes ocultos. Según imágenes de cámaras de seguridad, la sospechosa simuló colocar una tarjeta de acceso en la máquina de la entrada, pero no funcionó, y los trabajadores que estaban en la garita levantaron la barrera sin pedirle identificación ni revisarle el vehículo, incumpliendo así con todos los protocolos de control establecidos.

Ambos casos, contabilizando el segundo que se dio a conocer ayer, son investigados por la UFI N°7 de Virginia Bravo.