En el centro de la Ciudad, una saga de robos intranquiliza a los vecinos

En un barrio del centro de La Plata se encendieron todas las alarmas por una serie de robos en un radio muy acotado de cuadras.

El domingo pasado, un “hombre araña” se había metido a robar en un departamento de 3, 46 y Diagonal 80. Y ayer se conocieron otros dos episodios delictivos, a muy pocos metros de ese lugar.

El primero de ellos sucedió en horas de la madrugada, cuando se activó la alarma de un conocido gimnasio situado en la calle 3 entre 48 y 49.

Si bien la empresa de vigilancia que tiene contratado el comercio mandó un equipo de técnicos a la escena, en principio no observó nada extraño y retornó a su base operativa sin novedades para reportar.

Se dijo en ese sentido que la puerta estaba perfectamente cerrada y que los vidrios del frente no lucían daño alguno.

Sin embargo, cuando el encargado llegó al predio deportivo, cerca de las siete de la mañana, notó que la recepción lucía completamente desordenada.

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Por eso se comunicó con los propietarios del local para ponerlos al tanto de lo sucedido y también llamó a la Policía.

En esas circunstancias, en apenas unos pocos instantes, se pudo comprobar el faltante de unos 10 mil pesos y de dos teléfonos celulares.

Además, por las imágenes de las cámaras interiores, se descubrió que un delincuente se había colado a la construcción por una ventana de un primer piso, que da a la calle.

Era una persona joven y que llevaba colocada una gorra con visera y guantes de látex.

Este hecho, por la destreza del ladrón, hace sospechar que podría tratarse de la misma persona que hace cuatro días vulneró la seguridad de un departamento del segundo piso en un edificio de 3, 46 y Diagonal 80.

En ese caso, como se recordará, “el hombre araña” aprovechó que el morador de la unidad funcional se había quedado dormido en el living, para ingresar a robar en una habitación por el balcón.

En ese instante, al sentir ruidos extraños, pensando que se había metido algún pájaro o animal, la víctima se acercó al dormitorio y allí descubrió la presencia de un extraño.

En realidad, según aclararon los voceros, el damnificado, de unos 32 años, alcanzó a ver por una ventana las piernas de una persona, por lo que pegó un fuerte grito para que se fuera.

Instantes después, al asomarse hacia la vía pública, observó como un auto de color verde escapaba marcha atrás, no pudiendo aportar ningún otro dato.

Se supo que entre los objetos robados, había un televisor, una billetera con algo de dinero y documentación y un teléfono celular.

El ladrón, con una habilidad digna de destacar y haciendo pie como se podía, habría trepado por el frente de la construcción.

Lo que aún no está del todo claro es el tiempo que les demoró la maniobra. Sobre todo por el descenso con el televisor, de 32 pulgadas, lo que seguramente les demandó un esfuerzo especial. Casi como una tarea de ingeniería.

MÁS VIOLENCIA

Por su parte, cerca de las 11 de la mañana de ayer, en 46 y 4, una martillera vivió una experiencia de terror.

Fue cuando un extraño se abalanzó sobre su auto, simulando una especie de accidente.

De acuerdo al relato de la víctima ante las autoridades, el hombre se le acercó y le mostró una tuerca. Fue con la excusa de que su coche estaba perdiendo algunas piezas.

La mujer, visiblemente alterada por la situación, trató de evaluar el escenario, aunque el estado de nerviosismo no la dejó pensar.

Por eso el desconocido siguió con sus comentarios distractivos, que utilizó para apoderarse de una cartera que estaba en el interior del rodado.

Allí la automovilista guardaba poco más de 80 mil pesos en efectivo, dos pares de anteojos, uno de sol y otro de lectura, las llaves de su oficina, de una dependencia del Colegio de Martilleros de La Plata, de su propia casa y toda la documentación personal, entre documento de identidad, registro de conducir y tarjetas bancarias.