En La Plata, al borde de la tragedia: quiso robarle la moto y le gatilló dos veces sin que saliera la bala

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Un delincuente de 42 años, con un revólver calibre 38 Special, casi desata una tragedia en 31 y 62.

De acuerdo a lo informado a este diario por fuentes policiales, en ese lugar, el ladrón intentó robarle la moto a un delivery, que se habría resistido.

Por eso, siempre a decir de los voceros consultados, no dudó en alzar “el fierro” y apretar el gatillo. Según contó la víctima, fue en al menos dos oportunidades.

Los peritajes que se ordenarán en la causa, a cargo del fiscal Álvaro Garganta, seguramente podrán resolver un gran interrogante: por qué no salió ningún proyectil.

Los agentes confirmaron que se trata de un arma de verdad, que tenía la numeración suprimida y dos municiones en el tambor, aunque la aptitud para el disparo ahora quedó en tela de juicio.

Para el responsable de la pesquisa, al margen de que a la víctima no le pasó nada, representó una agresión con ánimo de acabar con su vida.

En ese sentido, en la requisitoria de detención, Garganta mencionó “que “existen elementos suficientes para tener por acreditado que el día 17 de mayo, siendo alrededor de las 21.00 horas, en la intersección de las calles 61 entre 30 y 31, una persona de sexo masculino, mayor de edad, posteriormente identificado como (M. A. A.), intentó apoderarse ilegítimamente del motovehículo perteneciente a (P. R.), exhibiendo un arma de fuego tipo revólver, calibre .38 corto, no logrando su cometido toda vez que la víctima se resistió, motivo por el cual, y con el objeto de consumar la sustracción, el referido sujeto apuntó al pecho de la víctima y gatilló en dos oportunidades, con claras intenciones de darle muerte, no logrando dicho resultado porque los proyectiles no fueron disparados”.

“En dicho momento, es que la víctima, previo trenzarse en lucha con aquél, logra reducirlo, y sacar de su poder el arma de guerra que portaba sin la debida autorización legal por parte del Registro correspondiente”, agregó.

Se dijo que en el instante del ataque el acusado era acompañado por un cómplice, que lo aguantaba en otro moto y que, cuando vio que la cosa se le complicaba, aceleró y lo dejó solo. “Un gran compañero”, destacó un allegado a la investigación.

Para esto, en la captura del sospechoso, parece que también participó un vecino. Al igual que lo ocurrido hace horas en 3 y 80, con el “karateca justiciero”, quien, de una certera patada, bajó a un prófugo de la Justicia y lo mandó al hospital San Martín, todo roto.

Sin dudas, hay frentistas solidarios, que se involucran en este tipo de situaciones, que a veces pueden costar más de un dolor de cabeza.

Por el caso, tomó intervención personal de la comisaría quinta.

 

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