Ocultos detrás de unos arbustos para ejecutar una feroz entradera

Una familia vivió durante la tarde del pasado viernes un verdadero calvario luego de que fueran sorprendidos por cuatro delincuentes armados y violentos cuando se encontraban realizando tareas de mantenimiento en su domicilio.

Tal fue el nivel de crueldad con el que procedieron los ladrones, que la dueña de casa, de 41 años, terminó siendo atendida por personal médico a raíz de un corte provocado por un culatazo y con su pareja, de 30, con golpes en varias partes del cuerpo.

En base a lo que pudo averiguar este diario, el hecho tuvo lugar alrededor de las 16 horas cuando el matrimonio dueño del inmueble saboteado se hallaba concentrado en una serie de quehaceres domésticos en su vivienda ubicada en calle 136 entre 410 y 411, Villa Elisa.

Según fuentes oficiales, todo apunta a que se trató de un golpe planificado con alto grado de detalle ya que además de portar armas y de emplear maniobras tácticas para tomar el control de la casa, los sujetos llevaban entre sus pertenencias cintas y precintas con los que inmovilizaron a sus víctimas.

A esto se debe sumar que todos los movimientos fueron ejecutados con el rostro totalmente cubierto para evitar que los damnificados memorizaran sus rasgos faciales.

Si bien el caso es materia de investigación, pero por los indicios hallados en la escena, todo apunta a que los ladrones ingresaron a la propiedad saltando un muro perimetral. Como suele suceder en estos casos, el efecto sorpresa fue determinante para que los delincuentes pudieran tomar el control de forma expeditiva y sin mayores complicaciones.

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Es por ello que los ladrones realizaron todas las maniobras necesarias para abrirse paso en la casa con sumo sigilo. Según precisaron las fuentes, se ubicaron en lugares estratégicos de la propiedad para reducir a los moradores y no darles lugar a escapar o pedir ayuda.

Siempre en base a la versión oficial, dos de ellos se mantuvieron agazapados detrás de unos arbustos y se lanzaron al ataque cuando el dueño de la finca pasó cerca de ellos. Luego de reducirlo, lanzaron la señal a los restantes hampones para que ingresaran a la casa y redujeran a la dueña.

Con la situación bajo su control, mientras le colocaban los precintos uno de los integrantes del clan advirtió a los propietarios, con un arma de fuego en la mano, que se mantuvieran quietos y en silencio.

La tensión se elevó aún más cuando la mujer realizó unos movimientos con el objetivo de liberarse. Fue en ese momento que el delincuente, por caso “más violento”, le aplicó un golpe en la cabeza que le terminó provocando un corte acompañado de una leve hemorragia. En el mismo acto, el hombre también terminó siendo castigado quizás para terminar de neutralizar cualquier intento de liberación.

Ante los rostros sorprendidos y temerosos de sus víctimas, los asaltantes comenzaron a registrar su casa. Fue en ese recorrido que se toparon con varios objetos de valor que fueron sumando al botín. Entre ellos un iPhone 6 gris, un Samsung J6, un Xiomi 9, una notebook Lenovo y una bicicleta plegable. Todo lo cargaron en una mochila que contenía importante documentación para la pareja.

Pero los sujetos estaban convencidos de que había una gran suma de dinero en la casa. Aprovechándose de la imposibilidad de los damnificados para escapar o pedir ayuda, los malvivientes amenazaron en reiteradas oportunidades con que los volverían a golpear ferozmente si no revelaban dónde tenían guardados sus ahorros.

Fue en ese marco que el dueño de casa accedió a revelar el lugar en el que estaban guardados sus reservas. En total, según indicaron fuentes policiales, se llevaron $600 mil, además de los objetos mencionados. Finalmente, tras 2 horas de registro e intrusión en los ámbitos más íntimos de la pareja, los implicados abandonaron la escena.