VIDEO. Qué se sabe de la brutal golpiza a madre e hijo en La Plata: acusan a patovicas de un boliche

Una noche de festejo terminó en una pesadilla para una mujer y su hijo de 23 años, que llegaron a un boliche ubicado en Camino Centenario y 511, el sábado a la noche, para disfrutar de una cena show, aunque todo terminó de una manera inesperada, violenta.

Según denunciaron en diálogo con EL DIA, en esa oportunidad habrían sido agredidos por custodios del boliche y, después, por personal policial.

La terrible situación, al margen de la denuncia contra los patovicas, los llevó a presentarse en la sede de la Auditoría de Asuntos Internos, donde reclamaron sanciones a los uniformados que participaron del procedimiento.

En ese sentido, contaron que ya en la madrugada del domingo, alrededor de las 03.30, esperaban con amigos la presentación de un conjunto de cumbia cuando, repentinamente, sin ninguna causa que lo justifique, dos encargados de la seguridad tomaron por el cuello a la mujer y la arrastraron hacia el exterior del local, mientras sus pertenencias y su hijo continuaban adentro. El joven, incluso, no estaba al tanto del incidente, por lo que, cuando le dijeron lo que había pasado, salió en busca de su madre.

En esa circunstancia, narró, observó cuando golpeaban a su madre y decidió intervenir, sin demasiada suerte, ya que los dos terminaron muy golpeados.

El joven también mencionó que los patovicas lo llevaron a “un punto ciego”, donde las cámaras de seguridad no registran nada para continuar la agresión, por la que perdió el conocimiento.

La madre dejó constancia en la denuncia que eran cerca de 9 empleados de seguridad del local los que agredieron al joven.

Luego, llegaron varios móviles policiales, aunque nula habría sido la reacción de los oficiales ante la agresión, que no cesaba. Los patovicas dijeron que estaban alcoholizados.

En medio de la trifulca, el denunciante mencionó que los policías lo detuvieron y le colocaron las esposas con tal fuerza que lo lastimaron.

Además, “me tiraron al suelo y volví a desvanecerme. Tengo la cara a la miseria, marcas en la frente. Literalmente, me despertaron a patadas en las costillas. Luego, me llevaron al hospital Rossi para constatar las heridas, donde quedé en observación varias horas”.

Para esto, la mujer acudió a la comisaría, pero no habrían querido atenderla.

Al ser sacada del boliche, sus pertenencias quedaron adentro y no se las devolvieron.

Allí, entre sus documentos y objetos personales, había un rastreador que le entregó la Justicia por una denuncia de violencia de género.

“A mi mamá la estaban teniendo y le estaban pegando delante de la Policía. Eran todos hombres, no había personal femenino”, destacó el hijo.

De los golpes, dijeron, al joven le cuesta respirar y quedó con marcas y lesiones en la cabeza, rostro, manos, brazos y costillas. A la madre, le dejaron moretones en los pechos, pierna derecha, brazos y espalda.