Menores y el delito, un problema que se agrava
Edición Impresa | 30 de Mayo de 2023 | 03:36

En la Policía ya no saben qué hacer. Lo dicen por lo bajo, pero todos los días se enfrentan al drama de la inseguridad en La Plata y al de los menores que delinquen. Algunos sorprendentemente muy chicos, demasiado.
El problema es que los demoran y saben que al rato estarán otra vez en la calle para reiniciar el círculo vicioso. Se muestran inmersos en un espiral de violencia, que los tendrá con el correr del tiempo en otros eventos más complejos. Está estudiado.
Ayer hubo varias detenciones en la Ciudad. Por ejemplo en Gonnet, luego de un ataque en el local de ropa deportiva Miwok, que está situado sobre el Centenario entre 503 y 504.
La maniobra fue la de siempre. Hicieron estallar la vidriera con algún elemento contundente para, en unos pocos instantes, apoderarse de cuanta mercadería pudieron.
Personal de la jurisdicción encontró a dos chicos de 13 y 15 años cargando varios bultos y enseguida los demoraron. Uno de es Berisso y el otro de Ensenada.
Ambos, al término de las actuaciones administrativas de rigor, fueron entregados a sus progenitores por disposición de la Justicia del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. Son inimputables.
Por si fuera poco, en un pet shop de Belgrano y 506 y, en una panadería de 500 y 28, otros dos adolescentes -de 16 años- hicieron conocer a qué se dedican.
Con una réplica de un arma de fuego calibre 9mm, se apoderaron de distintos objetos de valor, los mismos que incautó una comitiva de seguridad cuando les pudo dar alcance.
El parte oficial menciona una notebook, dos celulares, una campera y dinero en efectivo.
Por último, en 1 entre 60 y 61, se descubrió como un trío delictivo forzó la persiana de un almacén con intenciones de perpetrar un ilícito en el lugar.
La sorpresa llegó cuando los agarraron en el barrio y descubrieron que uno de ellos tenía 10 años y el otro 13.
Al parecer, los arriaba otro de 21, que quedó preso. Pero los nenes, con domicilio en Punta Lara y que serían familiares entre sí, volvieron a su casa. La pregunta que se impone hacer es si ¿al cuidado de alguien?
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