“Spider-Man: a través del multiverso”: un superhéroe arácnido en busca de un destino diferente

La trilogía de Spider-Man protagonizada por Tom Holland llegó a su final con el encuentro de los tres hombres araña del cine y el hundimiento de Peter Parker en la más profunda soledad y pobreza, como debe ser para su personaje porque “un gran poder viene con una gran responsabilidad”. Como el personaje pertenece a Sony, pero las películas forman parte del Universo Cinematográfico de Marvel, habrá que ver si Holland regresa en el futuro al papel: dependerá de nuevos tratos entre los estudios, y de las intenciones que tenga la comiquera para sus próximas entregas.

Sin embargo, Spider-Man está más vivo que nunca en la animación: “Spider-Man: a través del multiverso” llega el jueves a los cines locales para continuar la historia iniciada en la oscarizada “Un nuevo universo”. La saga animada tendrá además una tercera entrega, la segunda parte de “A través del multiverso”.

La razón de la multiplicación de hombres araña animados es sencilla: de la mente de Phil Lord y Chris Miller, los creadores de “La película LEGO”, la primera película animada, “Un nuevo universo”, marcó un cimbronazo en el hasta entonces adormecido cine animado comercial estadounidense. Con excepciones, Disney seguía dominando el mercado con propuestas repetitivas desde lo temático y desde lo visual, arrastrando incluso a Pixar a ese estado de mediocridad creativa. Sus competidores, para colmo, intentaban imitar al Ratón: decenas de títulos animados, cada año, caían en el olvido por ser producidos en serie.

“Un nuevo universo”, sin embargo, aterrizó en cines con una imagen distintiva, recuperando el trazo humano para una animación que se había pasado exclusivamente a la animación por computadoras y había abrazado el realismo como única posibilidad narrativa (justo para un medio como el animado, donde las posibilidades son infinitas).

El cine animado era así una sucesión de películas de animales parlantes de diseños tiernos pero estándar; “Spider-Man” llegó con una estética que recordaba a la animación tradicional, utilizaba el montaje de forma novedosa y eléctrica y, simplemente, lucía nuevo y con carácter, con personalidad. Animada por computadoras pero con trabajo de puño para dar a los personajes movimientos y expresiones más lúdicas y expresivas, alejadas del realismo computarizado, adoptando la estética del cómic y el movimiento del “cartoon”, “Un nuevo universo” abrazó lo mejor de los dos mundos. Como su trama, que relataba la historia de un joven e ingenuo Spider-Man y su mentor, un Spider-Man derrotado por la vida que llega de otro universo para evitar el colapso de múltiples mundos paralelos.

La película ganó un Oscar (lo cual es mucho decir: los votantes de los Premios de la Academia han referido muchas veces que ni siquiera miran a las candidatas y votan a Disney por default) e hizo escuela: cada año, más películas toman la revolución estética de la cinta arácnida para refrescar sus propuestas visuales, generando un contrapeso visual a la remanida fórmula Disney.

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LA TRAMA

Por eso, rápidamente se anunció la secuela de “Un nuevo universo”, que se dividirá en dos partes: la primera llegará este jueves, con un Miles Morales un poco más grande, que se reencuentra con Gwen Stacy y conoce a todo un grupo de élite con los mejores Spider-Man de los diferentes Multiversos. Claro que ser un Hombre Araña también tiene sus sacrificios, y Miles Morales deberá tomar importantes decisiones. Cuando esté en juego salvar cada uno de los mundos, además de a las personas más queridas, Miles optará por hacerlo a su manera.

Nuevos problemas para Miles Morales en la segunda de tres entregas

Miles Morales también es una imagen refrescante para el héroe arácnido: aprovechando la posibilidad de universos infinitos, la película muestra diversos Peter Parker, también un Spider-cerdo y un Spider-gato, y como protagonista tiene a un hijo de una inmigrante portorriqueña y un hombre negro. Hoy, Miles es la cara de Spider-Man para las nuevas generaciones, más que Peter Parker, al punto de que Sony lo eligió para inaugurar el catálogo de su consola, hace dos años, con un juego que lleva de la mano al jugador para mostrarle toda el potencial de la nueva PS5.

El personaje de Miles Morales nació en el comic, con la elección de Obama como presidente de Estados Unidos, su historia es el reflejo de un Estados Unidos multicultural: este nuevo superhéroe, negro y latino, vive en Harlem y esta segunda entrega se trata, justamente, de hacer las cosas a su manera, de no repetir el destino de los Peter Parker del mundo, necesariamente. De hecho, la forma de animar permitió al estudio dar a cada Spider-Man del multiverso su propia forma de moverse en el aire, y la de Miles, como su look, está inspirada en los movimientos del basket y el hip-hop.

EL NÉMESIS

Miles querrá hacer las cosas a su manera, pero encontrará en ese multiverso un enemigo que querrá encarrilarlo... o eliminarlo: Miguel O’Hara, con voz de Oscar Isaac en la versión en inglés, es un Spider-Man más oscuro y serio.

“Aunque solo sea con la voz, hay muchas posibilidades de crear un personaje”, considera el actor, que antes había participado en la cinta animada “The Addams Family 2” (2022).

“A través del multiverso” es la segunda parte de lo que hasta ahora es una trilogía

Aunque le emociona formar parte de proyectos tan icónicos de la cultura pop, confiesa que cuando le llegan las propuestas de trabajo más que centrarse en la popularidad de estas sagas piensa en el personaje en cuestión.

“La atracción nunca viene de la franquicia, siempre viene de cuál es la historia y la vida que vamos a contar”, señala el actor de 44 años nacido en Guatemala y radicado en Estados Unidos. De O’Hara le llamó la atención el misterio que envolvía al hombre de raíces mexicanas e irlandesas, así como la emocionante transformación por la que atraviesa en el filme.

“Cuando vemos a Miguel por primera vez es oscuro, serio y está contenido, pero cuando termina la película es como un animal, es un poco como un vampiro. Fue muy interesante ver cómo iba cambiando el personaje y perdiendo el control”, relata.

Además, confiesa que le cautivó la diversidad que planteaba la primera que, de forma disruptiva, mostró que Miles Morales, un joven afroamericano con raíces puertorriqueñas, también podía ser Spider-Man, algo que suele ser un tema de discusión “tóxico entre los fans”, considera.

“En la primera película se cuestionaban ¿quién tiene el derecho de ser este personaje?, esto es una pregunta hasta política, y la respuesta era que cualquiera podía ser Spider-Man. Ahora la pregunta es, ¿qué haces cuando tienes la máscara puesta?”, dice.