Se llevan un botín de dos toneladas sin ser vistos

Grifería, insumos eléctricos, cerámicos, electrodomésticos, máquinas e incluso tornillos formaron parte de la lista de elementos que una banda de ladrones se llevó de una vivienda en refacción ubicada en Los Hornos.

Se trató de un durísimo golpe para los propietarios ya que además de las pérdidas económicas con este nuevo escenario deberán prolongar aún más su deseo de instalarse en su nueva casa.

Desde hace varios años el robo de materiales para la construcción viene ganando terreno en distintas localidades de la Región.

Por lo general son atracos menores que son cometidos al amparo de la oscuridad y que se caracterizan por sus magros botines compuestos de cables, herramientas o a lo sumo una bolsa de cemento.

En síntesis, todo aquello fácilmente transportable y con altas probabilidades de ser intercambiado rápidamente en el mercado negro.

Pero sin dudas el golpe dado ayer en 54 entre 172 y 173 no fue un robo más de materiales.

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No sólo por el volumen y el peso del botín sustraído de la vivienda. Sino que también porque hasta el momento no se han podido encontrar cabos sueltos. El golpe fue descubierto ayer, en horas de la mañana, por un vecino al que le pareció raro que la puerta que él mismo había visto cerrada la noche anterior estuviera abierta.

De madrugada, vaciaron una casa pero hasta el momento la policía no ha podido dar con ningún testigo o filmación que pueda certificar que hubo algún movimiento extraño en la cuadra.

Todo hace suponer que detrás de este atraco hubo una fuerte planificación. En este sentido, los investigadores proyectan que hubo tareas de vigilancia que permitieron a la banda definir la logística, los movimientos de los propietarios de la finca y de sus vecinos y hasta proyectar la potencial ganancia de esta ilícita empresa.

“Asumieron varios riesgos. Está claro que es difícil llevarse una heladera al hombro. Para llevarse todo lo que sacaron debieron contar con un vehículo de gran porte involucrado o por lo menos con 2 camionetas. Esa es la pista que estamos siguiendo para dar con los involucrados”, dijo una fuente policial.

Según indicó esta fuente, la propietaria confirmó que su propiedad había sido saqueada por malvivientes en horas del mediodía luego de recibir el llamado de un vecino.

Al principio, cuando la víctima se dirigía al lugar se resistía a creer que había sido víctima de un atraco. Incluso hasta creyó que ella misma, en un descuido, había dejado la puerta abierta.

Pero cuando ingresó a su inmueble descubrió que una gran parte de los materiales que tenía guardados en una habitación habían sido sustraídos.

A diferencia de otros casos, en esta oportunidad se trató de un abultado botín: 70 metros cuadrados de cerámicos de dos estilos uno de color madera y color gris, dos trompitos para mezcla uno de color azul y otro amarillo con rojo, dos heladeras a estrenar de marca Columbia de color gris, una heladera marca Phillips, dos canillas mono comando marca FV, un equipo de música marca Stromber un equipo de filtrado y bomba de pileta, un inodoro de marca Ferrum de color blanco, un colchón de goma espuma, herramientas y hasta un alargue de 50 metros.

Teniendo en cuenta esta información, no se trató de un caso de “raterismo” común o robo al voleo. Por el momento la policía apunta a dar con el medio que utilizaron para arribar y retirarse del lugar. Casi no hay dudas de que se trató de un vehículo “de gran porte capaz de trasladar semejante carga”.

Así se desprende del botín que se llevaron los ladrones: sólo los cerámicos tienen un peso en conjunto que sobrepasa la tonelada, las tres heladeras oscilan los 200 kilos y los dos trompitos alrededor de 600.

En total se calcula que se llevaron más de 2000 kilos de carga. En este marco, ayer por la tarde, los investigadores continuaban intentando recolectar las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona con el objetivo de poder identificar los vehículos que a esa hora rondaron por la zona.

En este sentido, no se descarta ninguna hipótesis. Incluso cabe la posibilidad de que se haya tratado de un robo del tipo hormiga lo que implica que el rodado se pudo haber estacionado lejos de la propiedad y los ladrones trasladaron el botín a mano.

Esta hipótesis tiene poco peso ya que los investigadores suponen que alguien en el sector se hubiese percatado del movimiento y, como se indicó, los vecinos de la zona aseguran no haber visto ni escuchado nada fuera de lo normal.

Todas estas conjeturas comenzarán a confirmarse o descartarse en las próximas horas conforme se vayan revisando las imágenes de las cámaras de seguridad recopiladas.

Entre cerámicos, heladeras y mezcladoras se calculan más de 2.000 kilos de carga