Sin escrúpulos: golpean a un chico durante un robo

Un comercio de Etcheverry fue asaltado el pasado viernes durante la noche por dos sujetos que, tras ingresar de forma violenta al local, sembraron el terror con amenazas, golpes y armas de fuego.

Según pudo averiguar este diario, el hecho tuvo lugar alrededor de las 20.00 en un supermercado, que se encuentra ubicado en 229 entre 46 y 47. La cuadra se caracteriza por una fuerte circulación de vehículos. Pero, como sucede en muchos puntos de La Plata, pasadas las 19 hs la zona se convierte en un páramo desolado donde parece imperar la ley de la selva.

Esta situación se agudiza aún más durante las temporadas otoñal e invernal cuando los atardeceres se acortan y el movimiento se reduce drásticamente por las bajas temperaturas.

De todas maneras, debido al servicio que brindan a la comunidad, los propietarios de este negocio se ven en parte comprometidos a quedarse algunos minutos más por si algún vecino se olvidó de algún ingrediente para preparar la cena.

Como se indicó, el pasado viernes 2 malvivientes aprovecharon este escenario para ejecutar un violento atraco en dicho negocio. Demostrando una total falta de escrúpulos, para cumplir con su cometido golpearon a un menor de edad con saña y crueldad.

Fuentes policiales indicaron que arribaron al lugar “en un motovehículo” y que los sujetos cometieron el robo con capuchas y barbijos, por caso para no dejar rastros de su identidad. Lo cierto es que con gritos y mostrando las armas que llevaban, los sujetos infundieron miedo entre los presentes y así tomaron el control del lugar.

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Fue en este momento en el que tuvo lugar el trato inhumano contra un joven de apenas 14 años, hijo de los dueños del local. Concretamente le aplicaron un culatazo en la cabeza luego de que hiciera caso omiso a la orden que habían impartido los hampones de que se arrojaran al suelo y permanecieran en silencio.

Todo apunta a que el chico no acató la directriz del delincuente porque simplemente no los escuchó. “Parece que tenía puestos los auriculares. Estaba escuchando música quizás”, confió una fuente policial al referirse al vil ataque contra el menor quien “jamás se lo vio venir” ya que fue sorprendido por la espalda o “a traición”, como se nombra a esta forma de agresión en la jerga callejera y delincuencial.

Si bien su padre, el dueño del supermercado, tuvo la intención de ponerlo a resguardo, “apuntándolo con armas plateadas y de caño largo” le exigieron que se quedara en su lugar “si no quería terminar muerto”.

Con la situación bajo su control, ambos exigieron a la madre del menor que se encontraba del otro lado del mostrador que entregara la recaudación. Para evitar un daño mayor la mujer acató de forma inmediata la demanda del ladrón. Pero al maleante le pareció poco el dinero que le acaban de dar.

Fue así que dando una vez más pruebas de un total desprecio por la vida humana, el sujeto comenzó a hurgar entre las prendas de la mujer.

Mientras uno violaba la intimidad de la víctima revisando sus bolsillos, el restante se dirigió hasta el joven de 14 años que se encontraba boca abajo en el piso y le arrancó su teléfono celular de las manos. Fue el momento del robo más álgido ya que, pese a no resistirse, el maleante le apoyó el arma. Una vez que el delincuente tomó el teléfono, junto a su secuaz abandonaron el local.