Turismo de millonarios: excursiones que cuestan la vida

¿Qué harías si tu cuenta bancaria tuviera millones y millones de dólares? Probablemente las respuestas más comunes serían viajar o comprar propiedad y autos de alta gama. Muy pocos pensarían en meterse en un submarino para adentrarse en las profundidades del océano y ver los restos del Titanic, por lo riesgoso pero también por lo poco conocido que es este circuito turístico.

La tragedia del submarino de la empresa OceanGate que implosionó con cinco hombres a bordo sacó a la luz un mercado desconocido y excéntrico, que la gran mayoría de la gente no se lo imaginaba ni en sus más ingeniosas fantasías: el turismo para millonarios.

Esta forma de disfrutar del tiempo libre está completamente alejada de las playas paradisíacas o de los sitios históricos que reciben miles de visitas al año. Son actividades y paseos ligados al deporte extremo que le prometen a los turistas vivir aventuras costosas y riesgosas por las que ponen en juego sus vidas.

La inmersión a los restos del Titanic que mantuvo en vilo a todo el mundo la semana pasada comprendía solo una parte del paquete turístico que la empresa OceanGate vendía por 250 mil dólares. El viaje en total duraba siete días, de los cuales subirse al “Titán” para adentrarse al fondo del mar, era el momento cúlmine.

Esta no es la única oferta de la compañía, que también comercializa viajes al Golfo de México para apreciar el Flower Garden Banks, un santuario marino estadounidense destacado por sus arrecifes de corales. Para esas expediciones utilizaban el sumergible Cyclops 1, que es abordado por los turistas que desean conocer los misterios del fondo del mar.

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Son aventuras costosas y riesgosas por las que los turistas ponen en juego sus vidas

Pero aparte de la naturaleza, el plato fuerte de ese viaje era la visita al naufragio del Andrea Doria, un transatlántico que se hundió cerca de Nantucket, Massachusetts, en la década del 50 tras colisionar con un buque de pasajeros sueco.

Es tal la popularidad de este tipo de excursiones entre las personas más ricas del mundo, que OceanGate tiene competencia. Se trata de la empresa Proteus de Fabien Cousteau, nieto del investigador Jacques Costeau.

Al igual que su competidora, ofrece conocer y revelar los secretos del mar en un tour que dura siete días y cuesta 50.000 euros.

LLEGAR A LA CIMA DEL MUNDO

Para quienes las profundidades del océano no los desvelan hay aventuras en el otro extremo del mundo, precisamente en la cima de las montañas.

Escalar hasta los puntos más altos es una actividad que requiere de mucha preparación física, pero hay compañías que se dedican a acompañar a quienes quieren cumplir el sueño de llegar a la cima sin tener una amplia experiencia en el montañismo.

Aquí se destaca la expedición al monte Everest, el punto más alto del mundo, al que los turistas pueden subir junto a diferentes empresas que venden paquetes que oscilan entre los 38 mil y 220 mil dólares.

Las ofertas de las compañías varían según el precio, por 71 mil dólares les garantizan a los aventureros la comida, la atención médica, el transporte hasta Nepal, sherpas guías y todo el equipo necesario para la excursión.

Otro de estos comercios tiene un paquete que cuesta 131 mil dólares en el que además de todo lo ya mencionado también incluye el alojamiento en un hotel cinco estrellas en la ciudad de Katmandú, traslados en helicóptero y el acompañamiento de un fotógrafo profesional.

Pero si esto parece poco hay otras opciones mucho más exclusivas, con tarifas que superan los 200 mil dólares. Por ese precio durante los campamentos los escaladores pueden disfrutar del servicio de masajistas, peluquería, instructores de yoga, además de disponer de botellas de vino y espumantes dentro de los campamentos bases que ofrecen alojamientos de lujo a 5000 metros de altura.

El turismo espacial dejó de ser una utopía para convertirse en realidad

Aunque si no se quiere contratar a ninguna de estas empresas se puede ir de manera particular. Para eso en primer lugar se debe tener en cuenta que el boleto en avión hasta Nepal supera los 1000 dólares. Una vez allí se deben abonar los permisos que solicita el gobierno local entre los que se encuentran una tarifa de 2.200 dólares por la logística de la expedición, otros 3.800 dólares en condición de deposito de basura y 2.900 dólares por el guía que acompañará y controlará que todos se encuentren en buen estado y puedan llegar al campamento base.

VACACIONES EN EL ESPACIO

Ser astronauta, el sueño de muchos niños, ya no es algo exclusivo de científicos o profesionales de la NASA. Actualmente si se desea orbitar por fuera del planeta tierra no es necesario hacer carrera dentro de la compañía espacial, solo hace falta contar con miles de dólares en la cuenta bancaria.

Hace pocos años que el turismo espacial dejó de ser una utopía para convertirse en realidad y una empresa que supo hacer negocio en ese rubro fue Virgin Galactic, compañía que desde el 2021 transporta personas al espacio en su avión cohete espacial “Unity”, desde donde pueden tener una vista panorámica de la tierra.

Tras el primer viaje exitoso con personas que no contaban con preparación de astronautas el dueño de la compañía, Richard Branson, aseguró que el objetivo que persiguen es “hacer el espacio muy accesible para todos e impactar en la nueva generación de soñadores”.

Pero esta accesibilidad es solo para los que pueden pagar los tickets. Mientras que la primera camada de exploradores espaciales que partieron en 2021 del estado de Nuevo México, Estados Unidos, abonaron unos 200 mil dólares, ahora el valor de la excursión está entre los 450 mil y 600 mil dólares.

Otra de las empresas que brinda este servicio es Blue Origin. A una nave de ellos se subió Jeff Bezos, uno de los multimillonarios más famoso del mundo, que viajó acompañado por un joven de 18 años que accedió al viaje gracias a que un comprador anónimo pagó los 28 millones de dólares que valía la excursión.

En tanto que World View por una suma de 50 mil dólares brinda la oportunidad de dar una vuelta completa al planeta por la estratosfera a aquellos turistas que sueñan con dar la vuelta al globo.