“Batida millonaria”: investigan un golpe con una fortuna en danza

Hacía tiempo que no se registraba una salidera bancaria en la Ciudad o, al menos que se haya filtrado la información de un caso de esas características, con un botín millonario. Como pasó ayer en el barrio La Loma, donde dos motochorros se alzaron con una fortuna.

El hecho fue doblemente preocupante. Primero por la inseguridad en sí y segundo porque el delito en La Plata siempre se está retroalimentando. Cuando parece que una modalidad cayó en desuso, nuevamente irrumpe en escena y motiva a encender todas las alertas.

Sin dudas los ataques a personas que llegaban o salían de las entidades financieras con importantes sumas de dinero, dominaban las páginas policiales hace poco más de una década.

En 2011, como se recordará, se reglamentó la ley Píparo, que había sido sancionada el septiembre de 2010 después del trágico ataque a Carolina Píparo (el 29 de julio de 2010) en la esquina de las calles 36 y 21, donde le pegaron un tiro que impactó en el mentón, con orificio de entrada y salida y reingresó en la zona del hemitorax derecho anterior, atravesando todo el pulmón. Ella, en aquel entonces, estaba embarazada de 8 meses.

Producto de esa agresión, la actual candidata a la Gobernación bonaerense por el espacio que conduce Javier Milei, tuvo que ser sometida a múltiples y complejas intervenciones quirúrgicas, permaneciendo con riesgo de muerte durante más de un mes.

Además, como directa consecuencia de las lesiones causadas, su hijo Isidro -nacido el mismo día de los hechos por medio de una cesárea- falleció el 5 de agosto del mismo año, producto de las gravísimas injurias -hipoxia- originadas por el ataque armado.

El episodio, entonces, resultó un emblema e impulsó la sanción de una ley, que obligó a todos los bancos a colocar mamparas para tapar la línea de cajas y evitar que los llamados pescadores “trabajen” con comodidad.

Sin embargo, en La Plata ya nada sorprende. Porque los delincuentes siempre están agazapados en busca de dar el golpe.

Le pasó al empleado de un grupo empresarial con varias unidades de negocios, entre ellas las dedicadas al desarrollo inmobiliario, la construcción, los medios de comunicación y la biotecnología.

Según contaron fuentes vinculadas a la pesquisa, la víctima denunció que, luego de cambiar 30 mil dólares en una financiera en cercanías de Plaza Moreno, salió con 16 millones de pesos, que llevaba distribuidos en un bolso y una mochila.

Con ese dinero caminó hasta el auto en el que se desplazaba, un Fiat Punto de color gris, con el que emprendió viaje hasta un banco en La Loma, ubicado en 44 y 29.

Siempre a decir de los mismos voceros, luego de depositar nueve millones, volvió a su coche y retomó la marcha, claro que en el camino sufrió un evento que lo dejó paralizado. Ya eran más de las 12 del mediodía.

Los informantes indicaron que el empleado contó que, cuando llegó a la calle 42 entre 25 y 26, una moto con dos ocupantes se le puso a la par y le mostraron un arma de fuego oscura.

Ambos delincuentes, agregó, llevaban los cascos colocados, por lo que no pudo verle bien las caras.

En esas circunstancias, temiendo que algo malo le pudiera suceder, pisó el freno y ahí escuchó que el ladrón que lo apuntaba le indicó: “No te hagas el vivo, abrime”.

Acto seguido, el asaltante elevó su nivel de amenazas y dio a entender que sabía qué llevaba.

Fue porque a viva voz lo emplazó con una frase que no admite dudas: “Dame la plata”.

Por eso al damnificado no le quedó más remedio que cumplir la orden y entregar el bolso con los siete millones que le quedaban.

También le sacaron su teléfono celular y recién ahí emprendieron la retirada con rumbo desconocido.

La denuncia del caso quedó radicada en la comisaría cuarta, que anotició de lo sucedido a las autoridades judiciales de la UFI 9.

Ahora, en las cámaras de seguridad, esperan encontrar pistas para identificar a los autores del robo.

Los motochorros desaparecieron con $7.000.000 y un celular. Sospechan de una batida