Putin se da un “baño de multitudes” y el Kremlin habla de “apoyo popular”

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El Kremlin se felicitó ayer por las “increíbles” imágenes del presidente ruso Vladimir Putin dándose un inusual baño de multitudes en un viaje a Derbent, una ciudad del Cáucaso ruso (sur), en lo que presentó como una señal de “apoyo” tras la rebelión abortada del grupo Wagner. Putin, que aparece poco en reuniones populares, por razones de seguridad y sanitarias, se dejó tomar fotos con la gente.

Desde el inicio de la pandemia de Covid-19, las personas que se han reunido con el mandatario en actos oficiales fueron sometidas a una rigurosa selección, y tuvieron que guardar un confinamiento previo y someterse a pruebas.

El miércoles a la noche, sin embargo, las televisoras rusas difundieron imágenes del mandatario reuniéndose con decenas de personas durante una visita a Derbent. Putin aceptó posar para sacarse fotos con los presentes, dio apretones de manos e incluso besó en la cabeza a una niña. “Hubo una increíble demostración de apoyo y de alegría por parte de la población de Derbent”, dijo entusiasmado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “El presidente no podía negarse a ir al encuentro de la gente”, añadió.

La escena, de la que está en duda su grado de espontaneidad, fue difundida cuando las autoridades se esfuerzan en mostrar que Putin sigue al mando y goza del apoyo del ejército y de la población.

El dirigente ruso se reunió varias veces en los últimos días con sus jefes militares y con soldados, a los que agradeció el martes haber impedido “una guerra civil” tras la breve rebelión del grupo de mercenarios Wagner, que el sábado hizo temblar su poder.

 

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