En un millonario escruche se llevaron hasta el mate

Ni siquiera alcanzaron a transcurrir 48 horas del audaz atraco que sufrió un jubilado mientras dormía en su domicilio de 476 y 8 y City Bell volvió a convertirse en epicentro de un hecho de inseguridad.

El episodio no sólo se hilvana a la ola delictiva que viene afectando al sector desde hace por lo menos un mes sino que además viene a confirmar la situación que vienen denunciando los vecinos de esta comuna quienes aseguran que se viven “asediados” constantemente por la delincuencia.

Son incontables las estrategias que se han intentado implementar para frenar el avance del hampa en la denominada Zona Norte.

Reuniones con las autoridades policiales, marchas, cartas a representantes de la política, notas periodísticas, cámaras, grupos de WhatsApp, alarmas vecinales, alambres de púas, rejas y muros cada vez más altos, protocolos de entrada y salida de los hogares.

Los propios frentistas aseguran que ya han probado con todo. Mientras tanto, los ladrones continúan asolando el sector. Prácticamente no hay modalidad que no se aplique en esta zona de la Región.

Hace algunas semanas, un periodista sufrió una brutal entradera por parte de un clan denominado “la banda de los Chilenos”.

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Violentaron la reja de una vivienda, revolvieron todo y vaciaron cajones

También entre los sucesos con más repercusión que han ocurrido en las últimas semanas se encuentra el robo a un policía de la Ciudad al que prácticamente le vaciaron la casa mientras disfrutaba de un paseo con su familia.

Una situación casi calcada a la de este miembro de las fuerzas le ocurrió en las últimas horas a una familia cuya casa se encuentra ubicada en 454, entre 28 bis y 29.

Empleando la modalidad que encabeza la lista de casos de inseguridad en la Región, los escruches, un grupo de delincuentes se apoderó de diversos objetos de valor.

Por lo general, estos hechos tienen la particularidad de ser cometidos de día, cuando las víctimas se encuentran abocadas a cumplir con sus obligaciones. Justamente este fue el escenario que se le presentó a esta familia.

Según indicaron fuentes policiales, a plena luz del día un grupo de delincuentes ingresó a la vivienda tras forzar la puerta de entrada.

Una vez que tuvieron acceso a las habitaciones, comenzaron a hurgar entre las pertenencias de los damnificados. Todo sucedió mientras los integrantes de esta familia se hallaban cumpliendo con sus compromisos laborales y escolares.

El primero en toparse con la situación fue el dueño de casa. La puerta abierta presagiaba que “algo malo había pasado”. Apenas puso un pie un desorden mayúsculo confirmó sus sospechas.

De todos modos, pese al desconcierto y el pesar por las pérdidas materiales, el hombre se abocó a la tarea de evaluar los perjuicios en contra suyo e inventariar los objetos sustraídos. Tras analizar el panorama reportó como robado un iPhone, un reloj, una consola Xbox 360, un termo Stanley, dos pares de zapatillas, varias botellas de bebidas alcohólicas, el equipo de mate y varios electrodomésticos.

Además confirmó que en el registro minucioso que realizaron en la casa, los malvivientes lograron dar con sus ahorros: alrededor de 2 millones y medio de pesos entre moneda nacional y divisas estadounidenses.

Poco se sabe de los responsables de este hecho ya que la víctima no tiene cámaras. Es por ello que la policía realizó una recopilación de las imágenes captadas por otros dispositivos instalados en la zona a fin de obtener algún detalle que permita individualizarlos.