El amargo sabor de los robos: culatazos y asalto en una heladería céntrica

Pareció todo conjugarse para que un par de delincuentes se saliera con la suya, en la noche del jueves, en el feroz asalto que protagonizaron en una de las heladerías que funcionan frente a Plaza Rocha.

Es que según pudo saber este diario, el atraco en la sucursal de “Gustito” ubicada en Plaza Rocha entre 60 y Diagonal 73 se produjo a las 10 de la noche, cuando -se indicó en el lugar- merma bastante allí el movimiento peatonal y vehicular.

Pero hubo otros factores que gravitaron como aliados de ambos asaltantes: la deficiente iluminación en esa plaza y la falta de casetas de vigilancia, como hay por la zona, sin ir más lejos, en Plaza España (7 y 66).

“LA PASÓ MUY MAL”

Ayer a la tarde, quien se encontraba para la atención al público era Fabricio (26), quien a su vez también se prestó a la requisitoria de EL DIA.

“El asalto fue el jueves a las 22, cuando entraron dos jóvenes que por lo que vimos en el video de las cámaras de seguridad del local, deben tener entre 24 y 25 años”, citó inicialmente.

Si bien el empleado adujo no saberlo, un calificado vocero policial informó a este diario que, de entrada, los hampones intentaron hacerle creer al trabajador que estaban allí para comprar helado.

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Unos pocos segundos duró esa puesta en escena, porque uno de los delincuentes sacó a relucir un revólver, dándole inicio no sólo al asalto, sino también al martirio que le tocó afrontar al vendedor.

En tal sentido, Fabricio contó que “con la culata del arma rompieron el vidrio de la puerta que comunica con el lado de adentro del mostrador”.

Los dos ladrones quedaron entonces cara a cara con el empleado “que tiene 21 años y hace apenas una semana que trabaja acá, aunque tiene experiencia previa en el rubro”, consignó Fabricio.

Enseguida, dio a conocer que los asaltantes se ensañaron inexplicablemente con el heladero: “Le dieron cinco culatazos en la cabeza, aunque fueron golpes secos que no lograron provocarle una herida sangrante. Pero mi compañero la pasó muy mal”, refirió después.

“Después nuestro jefe lo llevó al hospital, porque mi compañero terminó con chichones en la cabeza”, reveló.

Consultado sobre lo sustraído en la ocasión, el joven aseguró que “robaron 10.000 pesos de la recaudación”, aunque en la denuncia que se radicó más tarde en la comisaría novena se indicó que además los delincuentes escaparon con el teléfono celular del empleado.

Al parecer, los asaltantes pretendieron también despojar de dinero al vendedor y como no lograron ese cometido, descargaron su furia contra aquél.

Fabricio dijo que el asalto “duró entre dos y tres minutos”, que de todas maneras, por las características del atraco, fueron interminables para quien -como el dueño del negocio- también resultó damnificado por este nuevo hecho de inseguridad en La Plata.

Seguidamente, aludió a que esa sucursal de “Gustito” lleva “entre 3 y 4 años” y que en ese lapso “ya robaron un par de veces”.

”A CARA DESCUBIERTA”

Asimismo, señaló, en base a lo que se pudo observar en la filmación del atraco, que los responsables del ilícito “actuaron a cara descubierta” y que “sólo uno de ellos portaba un arma de fuego”.

Cuando se le preguntó sobre si se notaba o no presencial policial en la zona, respondió que “hay patrullajes, aunque algunos días son más frecuentes que otros”.

Cabe reflejar que minutos después de este asalto, tras ser advertidos sobre lo sucedido, efectivos de dicha seccional se presentaron en la escena.

Tras ser interiorizados acerca de la fisonomía y la vestimenta de ambos ladrones, los encargados del operativo diagramaron un amplio rastrillaje por alrededores de Plaza Rocha, en procura de darle alcance a quienes sembraron terror en el empleado de la heladería y huyeron en moto.

Sin embargo, los bandidos consiguieron su propósito de darse a la fuga perdiéndose entre las calles de la Ciudad.

Ocasionales testigos vieron salir a los delincuentes de la heladería con el robo consumado: “uno tenía puesta una campera roja, de una marca deportiva, una gorra negra con el logo de la misma marca y un jean de color oscuro”. De su cómplice, se indicó que “llevaba una campera negra, un jeans oscuro y un casco azul en sus manos”.