“Jíjop”: un plan familiar, entre la fantasía y el misterio

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“Jíjop, una historia bailada”, una atractiva fusión de lenguajes protagonizada por Emiliano Larea, estrenó su segunda temporada en el porteño Paseo La Plaza en donde continuará ofreciéndose durante las vacaciones de invierno.

Con funciones diarias a las 15 en la sala Pablo Picasso, se trata de un interesante programa familiar que resuena en chicos y grandes por igual en cuanto al asombro pero con mensajes diferentes para cada edad.

Teatro físico, teatro negro, máscara neutra, herramientas expresivas de la técnica Le coq y danzas urbanas como el popping conviven en “Jíjop, una historia bailada”, una obra que atrapa con una propuesta que se mueve entre la fantasía, el surrealismo y el misterio.

Bajo la dirección de Gabriel Páez, y escrita entre él y Larea, “Jíjop” habla de cómo las tramas de significación que generamos nos transforman y alienan en una maquinaria urbana voraz en la que somos movidos.

En escena, un carpintero fabrica un nuevo muñeco, Jíjop, uno más entre los muchos que habitan sus estanterías repletas de cajas. Pero un día el muñeco cobra vida y, asombrado, escapa: quiere saber cómo es el mundo que lo rodea. Intrigado, entra en el rugido de la maquinaria urbana, que lo transforma, lo usa y lo cambia. Así, Jíjop aprende, domina y avanza en los diversos niveles de la máquina y termina sometiéndola.

Esta pieza es el resultado de una búsqueda que fusiona diversos universos expresivos y escénicos. Habita la escena con un lenguaje novedoso en donde lo físico cobra protagonismo, es la búsqueda de otras formas de relatar historias, en donde el universo dramático encuentra nuevas maneras de expresarse.

 

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