Alexander Zverev, profeta en su tierra

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El alemán Alexander Zverev (19) derrotó al serbio Laslo Djere (57) por 7-5 y 6-3 y se consagró campeón del torneo ATP 500 de Hamburgo. Alemania.

Fueron dos partidos en uno. El primer set fue de extrema paridad y recién el alemán pudo marcar la diferencia con un solo break en el duodécimo game.

En lo que respecta al segundo fue muy distinto. Jugando con el marcador a favor y el apoyo del público, Zverev comandó las acciones con mayor autoridad para cerrar una gran faena en una hora y 50 minutos.

Fue un torneo perfecto de principio a fin para el jugador local. En las instancias previas, se había cargado a Alex Molcan (118), Maximilian Marterer (144), Luca Van Assche (77) y Arthur Fils (71).

En el partido definitorio hizo lo propio ante Djere. Lo más destacado es que no ha perdido sets en todo el trayecto.

El jugador, de 26 años, levantó su quinto trofeo en su tierra tras los obtenidos en Münich (2) y Colonia I y II. Además, es el sexto tenista en activo que alcanza la cifra de veinte títulos ATP (igualado con Daniil Medvedev y Marin Cilic). Solo por delante tiene a Novak Djokovic (94), Rafael Nadal (92) y Andy Murray (46).

Previo a Roland Garros, Zverev había dicho que estaba muy lejos de su nivel. Desde ese momento, firmó semifinales en ese mismo certamen, repitió esa misma instancia en Halle y ahora se alzó con el trofeo en Hamburgo.

En lo que respecta al ranking, ascendió tres posiciones para figurar como el nuevo número 16 del mundo. Pese a haber perdido la final, Djere también tiene motivos para sonreír. Subió 19 puestos y quedó 38 en el listado mundial.

DERROTA DE WAWRINKA

El australiano Alexei Popyrin (90) derrotó a Stan Wawrinka (72) por 6-7 (5), 6-3 y 6-4 para conquistar el título en el torneo ATP 250 de Umag.

Un partido digno de una final. Con momentos de tensión y nerviosismo, pero también con pasajes de gran tenis. Se decidió por detalles. Popyrin superó algunas molestias físicas en el tercer set y se llevó una verdadera batalla tenística de dos horas y 34 minutos.

En lo que respecta al austríaco Wawrinka no tiene nada que reprocharse. A los 38 años, volvió a una final ATP luego de cuatro temporadas y demostró que todavía tiene tenis de sobra para seguir compitiendo al máximo nivel.

 

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