En un feroz robo, ataron y golpearon a una familia

Una familia vivió durante la noche del pasado jueves un verdadero calvario luego de que fueran sorprendidos por siete delincuentes armados y violentos.

Tal fue el nivel de crueldad con el que procedieron estos hampones que el dueño de la propiedad terminó siendo atendido por médicos del SAME a raíz de una serie de cortes y contusiones en varias partes del cuerpo que fueron provocadas por los malvivientes.

En base a lo informaron fuentes policiales, el hecho tuvo lugar alrededor de las 10 de la noche cuando la familia dueña del inmueble saboteado se encontraban descansando en su vivienda ubicada sobre ruta 2, a la altura del km 43. Se trata, según pudo averiguar este diario, de una estancia dedicada a la cría de caballos de carrera.

Según fuentes oficiales, los siete sujetos llevaron adelante todo el golpe con el rostro cubierto para evitar que sus rostros quedaran grabados en la retina de sus víctimas.

Si bien el caso es materia de investigación, por los indicios hallados en la escena, todo apunta a que los ladrones dejaron estacionado su rodado entre la vegetación y luego avanzaron sigilosamente a campo traviesa en dirección a la casa.

Los investigadores hacen foco en esta secuencia de hechos ya que la única forma de llegar hasta el lugar es en un vehículo.

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Una vez que lograron ubicarse en posiciones estratégicas dentro del predio, el golpe comando continuó con el ingreso a la vivienda. Por las marcas que se encontraron en las puertas se sabe que emplearon una ganzúa para forzar las cerraduras.

Como suele suceder en estos casos, el efecto sorpresa fue determinante para que los delincuentes pudieran tomar el control de forma expeditiva y sin mayores complicaciones. La única resistencia con la que se encontraron fue el dueño de la finca, un hombre de 65 años de nacionalidad uruguaya.

En un intento por proteger a los suyos, el hombre quiso repeler la amenaza enfrentando a dos sujetos. Pero su voluntad fue quebrada en un instante cuando aparecieron otros 2 ladrones que lo terminaron sometiendo a una feroz golpiza.

Pese a superarlo en número, en fuerza y en juventud, los hampones fueron impiadosos y además de golpes en el rostro y patadas en el cuerpo le aplicaron varios culatazos en la cabeza.

Una vez que redujeron al dueño de casa, recorrieron con total libertad la casa aprovechando que la esposa del damnificado, una mujer de 58 años, y su hijo, un joven de 24 años, y se encontraban entregados a un profundo sueño.

Las restantes víctimas tomaron conciencia de la presencia de intrusos en su hogar cuando sintieron zamarreos y palmadas en el rostro. De pronto se encontraban inmersos en una confusa escena de varios extraños rodeando su cama.

Ante los rostros sorprendidos y temerosos de sus víctimas, los malvivientes ataron de pies y manos a todos y apuntándolos con armas de fuego les advirtieron que si hacían algún tipo de ruido o movimiento extraño “iban a terminar muertos”.

Acto seguido comenzaron a registrar su casa. Fue así que lograron apoderarse de varios electrodomésticos y de una suma de casi medio millón de pesos. Todo lo cargaron a dos camionetas propiedad de los damnificados y huyeron. Se trata de una Ford Ranger y una Ford Ecosport. Ayer, hasta el cierre de esta edición, todavía no había novedades ni de los vehículos ni de los delincuentes. Media hora después de la huida, como pudo la familia se desató y llamó a la policía.