Crisis climática: el impacto del estrés hídrico

Estocolmo es la sede de una nueva edición de la Semana Mundial del Agua, evento que reúne a los especialistas en la materia para evaluar la situación de este recurso fundamental para la vida humana. Entre los temas que abordarán los asistentes en la conferencia de este año, que culminará el jueves 24 de agosto, se destaca el fenómeno conocido como estrés hídrico, problemática que afecta a un cuarto de la población mundial.

Se denomina estrés hídrico al efecto que se produce cuando la población de un lugar demanda más agua de la que se dispone en las reservas y según un estudio del Instituto Mundial de Recursos actualmente 25 países afrontarían esta situación.

Si bien al momento Argentina no se encuentra en una situación alarmante, el panorama difiere según la región. La Puna y algunos puntos de la Cordillera de los Andes son algunos de los lugares que corren mayor riesgo debido al desarrollo de la agroindustria, el extractivismo, la retracción de los glaciares y el crecimiento poblacional.

Otro de los factores influyentes que no se puede obviar cuando se habla de esta problemática es la sequía. Su impacto es tal que durante el 2022 el Banco Mundial advirtió que si no se toman las medidas necesarias, en un futuro cercano el 25% de la superficie del país, especialmente Cuyo, se verán afectadas. Según el reporte que emitieron los problemas relacionados al cambio climático repercutirán de lleno en la economía nacional y se estima que para el 2050 podrían provocar una caída de entre un 2% y un 5% del PBI.

Como contracara a las sequías, los especialistas también repararon en el daño que pueden causar las inundaciones que con el correr de los años se agravarán como consecuencia de la crisis climática. “El impacto conjunto de las inundaciones y el calor reduciría el PBI de Argentina en un 0,5 % en 2050 en un escenario optimista y en un 1,3 % en un escenario pesimista”, vaticinaron al respecto.

Pero el estrés hídrico no afecta solamente a la economía, sino que “pone en peligro la vida de las personas, el empleo y la seguridad alimentaria y energética”. Esto se debe a que “el agua es fundamental para el cultivo y la cría de ganado, la producción de electricidad, el mantenimiento de la salud humana, el fomento de sociedades equitativas y el cumplimiento de los objetivos climáticos mundiales. Sin una mejor gestión del agua, el crecimiento demográfico, el desarrollo económico y el cambio climático están a punto de agravar el estrés hídrico”, aseveró el informe del Instituto Mundial de Recursos.

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PROBLEMA MUNDIAL

Los Atlas de Riesgos Hídricos del Instituto Mundial de Recursos, señalaron que alrededor de 4.000 millones de personas -la mitad de toda la población mundial- sufren de estrés hídrico al menos un mes al año y las proyecciones no son alentadoras ya que de no registrarse cambios significativos en el 2050 cerca del 60% de la población se vería afectada.

La demanda de agua a nivel global crece constantemente desde hace años al punto que desde 1960 hasta la actualidad se duplicó la cantidad requerida. Según el informe esta tendencia en alza se va a mantener y se espera que para el 2050 esta presión aumente entre un 20% y 25%. La explicación a este incremento se encuentra en el crecimiento de la población y la demanda de industrias como la agricultura, factores a los que se les deben sumar las políticas erráticas de uso del agua y la falta de inversión en infraestructuras.

Pero estas cifras no se registran de manera uniforme en todo el mundo. Así como en Europa y Estados Unidos la demanda de agua fue estabilizada en África se ha disparado notablemente. A pesar de estas diferencias, los expertos indicaron que “todos nos vemos afectados si el estrés hídrico está esencialmente cerrando el grifo e impidiendo que distintos países produzcan determinados productos básicos”.

Ante este escenario no hay que perder de vista la influencia de la crisis climática, que no actúa como un elemento más sino que es uno de los principales problemas en todo esto. Es que el “agua es la forma en que el cambio climático afecta más directamente a las personas de todo el mundo”, afirmó el director mundial de Agua del Programa de Alimentos, Bosques, Agua y Océanos del Instituto Mundial de Recursos.

EL IMPACTO ECONÓMICO

Si se habla en términos económicos, “unos 70 billones de dólares (aproximadamente el 31% del PBI mundial) estará expuesto a un elevado estrés hídrico en 2050, frente a los 15 billones de dólares (24% del PBI mundial) de 2010”, destacaron en el informe.

“El agua es fundamental para cumplir los objetivos climáticos mundiales, alimentar a una población creciente y satisfacer las necesidades básicas de supervivencia de las personas. Pero el mundo no está dando prioridad a los problemas del agua. A medida que los países impulsan una transición justa para abandonar los combustibles fósiles, también deben transformar su forma de gestionar el agua”, sentenciaron los especialistas y concluyeron: “Podría decirse que el agua es el recurso más importante del planeta y, sin embargo, no lo gestionamos un modo que lo refleje”.