VIDEO. Boca, gracias a las manos de Chiquito Romero, es semifinalista de la Copa

Boca volvió a repetir en los penales. Como contra Nacional, de Montevideo, en la instancia de cuartos. El equipo que dirige Jorge Almirón derrotó anoche por 4-1 a Racing, en la definición por penales, después de otro empate sin goles en los ´90, y se clasificó para las semifinales de la Copa Libertadores, donde ahora lo espera nada menos que el poderoso Palmeiras, de Brasil.

Boca, como ya es costumbre, tuvo a Sergio Romero como la principal figura de la noche, en Avellaneda, quien atajó dos penales (a Piovi y Sigali), para agrandarse nuevamente en este tipo de definiciones.

Típico partido de Copa. Cerrado, apretado en la mitad de la cancha y cada uno con su marca. Así comenzaron a jugar Racing y Boca, aunque en los minutos iniciales, hubo una postura bien ofensiva por parte de la Academia, que avisó a los 3 con un remate cruzado Maximiliano Romero que dio en el palo, cuando todos pidieron posición adelantada del delantero, que no existió.

Racing manejó los tiempos y la pelota a partir de la movilidad de Juanfer Quintero, las subidas de los laterales y al trabajo en el medio de Aníbal Moreno, no solo en la recuperación de la pelota, sino también en la distribución.

Boca, lento en el traslado, prácticamente sin peso en ofensiva, y con algunos desaciertos en defensa le acostó acomodarse en el terreno de juego. Impreciso con la pelota en los pies y con Edison Cavani volcado a la zona de volantes para aportar su experiencia, pero sin peso cuando pasó al ataque.

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Racing, que controló el partido a voluntad, se dio cuenta que la clave estaba por atacar por los costados. Y por ambos sectores se construyeron las mejores jugadas de peligro que mostró el dueño de casa, que estuvo más cerca que su rival.

Boca se animó después de la media hora, a partir de la entrega y empuje del Equi Fernández, el jugador más claro del equipo. Con Medina, muy apagado, y “Pol” Fernández, con problemas para hacer pie, el mediocampo fue un total desorden, situación que fue bien aprovechado por los volantes de Racing para mostrarse más dinámicos y punzantes.

La parte complementaria fue mucho más peleada y piernas fuertes. Boca, con los cambios, logró cambiar el sistema táctico; mientras que Racing mantuvo su libreto.

En la primera llegada clava (a los 8), Arias le tapó un remate de gol a Cavani, que no le pudo entrar con fuerza después de una gran asistencia de Advíncula.

Después de los 20, Boca se afirmó en la cancha. Ajustó las marcas y con los ingresos de Janson y Weigandt el equipo tuvo otra respuesta cuanto lo presionaron y también cuando atacó. Y de a poco fueron apareciendo los espacios, sobre todo, con el adelantamiento de Advíncula, y las proyecciones por derecha del propio Weigandt. Lo de Racing fue más especulativo que otra cosa, porque ya no fue tan punzante como en el capítulo inicial.

Gago movió el banco porque se dio cuenta del desgaste de algunos jugadores. Y en ese sentido, mandó a la cancha a Hauche y Almendra para que le den mayor frescura en el ataque, pero no le dieron respuestas al equipo. El empate fue inamovible y hubo que ir a los penales, conde Chiquito Romero fue otra vez infalible.