Datos reveladores tras la muerte de la joven platense en Kosovo: qué dijo la madre de Clara

María Clara Urdangaray, la joven platense de 27 años que falleció ayer tras caer desde un sexto piso en la ciudad europea de Pristina, capital de Kosovo, y el hecho según denuncian sus padres apuntaría a un presunto femicidio. Tal como se viene informando, su pareja suiza fue detenida tras el hecho. 

La madre de la joven aseguró esta jornada que "el novio era una persona muy celosa". Asimismo, señaló: "No puedo creer lo que le hizo. No se me pasa por la cabeza la hipótesis que se maneja de un posible suicidio, no es así".

En ese sentido, expresó acerca de su hija: "Era una persona llena de vida, una piba con todas las ilusiones que se fue con una mano atrás y otra adelante para vivir otra vida distinta, buscando algo mejor".

María Clara Urdangaray, había viajado el pasado fin de semana a Kosovo, en el sudeste de Europa, para participar del casamiento del hermano del acusado.

Según el portal KosovaPress, la "ciudadana argentina, murió como consecuencia de las heridas que recibió" al caer "desde lo alto del edificio donde se alojaba junto con el hombre sospechoso, un ciudadano suizo". El hecho habría ocurrido minutos previos a las 2 de la madrugada del pasado martes en un hotel. 

En los días previos, según explicó Magdalena, madre de la joven, que "ella fue a hacer compras a un supermercado y tardó un poco de más" y al regresar, "hubo una discusión con tonos elevados", mencionó. 

"VOLVER A EZEIZA A BUSCAR EL ATAUD"

Facundo Urdangaray, padre de la joven, fue el que brindó detalles a EL DIA de lo sucedido: “María Clara viajó a España el 1° de noviembre de 2022. Llegó a vivir dos o tres meses en Barcelona, donde trabajó en un bar”.

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“No puedo entender que tenga que volver a Ezeiza a buscar el ataúd”, concluyó el padre, que no tiene dudas: “A mi hija la mataron. Fue un femicidio”.

“Como se hizo de un montón de amigos, justo la invitaron a una fiesta, donde conoció a este señor, que fue su pareja. Luego se mudaron a Suiza. Pasaron un total de cuatro meses juntos”, agregó.

Urdangaray afirmó que la madre de su hija se había comunicado con ella el domingo pasado y que esa fue “la última vez” que hablaron.

“Nos avisa una amiga de mi hija que estaba en Barcelona y se enteró por los medios, no tenía mucha certeza de que fuese nuestra hija y nos avisó. Empezamos a averiguar y llegamos a cancillería que nos está tramitando todo, nos trató de mil maravillas y está haciendo todo para hacer el traslado lo antes posible”, contó.

Facundo Urdangaray sostuvo que él “le había mandado mensajes”, pero indicó que “era normal” que no le respondiera hasta que el miércoles por la tarde confirmaron la horrorosa noticia.

“Nos mandó videos de la fiesta de casamiento, se la veía bien y feliz, no entiendo. Quiero resaltar el buen trato que recibí en Cancillería, gente muy humana”, destacó el hombre y concluyó: “Lo que nosotros necesitamos es viralizar esto, primero para que no vuelva a pasar y para repatriar a mi hija lo antes posible”.

Vidriero, nacido y criado en City Bell, como su hija, Facundo se mostró consternado por lo ocurrido: “No puedo más, es mi única hija, qué voy a hacer ahora, no puedo más, estoy roto... Por favor, ayúdenme, necesito repatriar a mi hija, necesito tenerla acá y no sé cómo voy a hacer. No tengo plata, no hablo idiomas, soy bruto, solo sé laburar nada más”.

Según pudo averiguar, quedan por delante varios exámenes, pericias y la autopsia. Por eso calculan que dentro de un mes recién podría recuperar el cuerpo.

Aquí se le presenta otra gran dificultad: el tema económico. “¿Cómo hago para conseguir la plata para traerla, yo soy apenas un vidriero?”, repitió.

“Era una alma viajera, estaba feliz recorriendo Europa, no puedo creer que esté hablando de mi hija muerta allá con todo lo que hizo para poder llegar. De hecho me decía: ‘Papi, hacé el esfuerzo y venite aquí (por Barcelona y Suiza), allá está muy jodido el tema con toda la inseguridad’. No puedo creerlo”, se volvió a quebrar.

Facundo Urdangaray admite que pensaba que su hija no viajaría, aunque, contrapuso, “siempre, desde chica, hablaba de viajar”.

Seguidamente, recordó que “dos meses antes vendió el auto que le había regalado, compró el pasaje, dólares y cuando no terminé de digerir el hecho, ya estábamos en Ezeiza. Hablábamos día por medio, jodíamos mucho, éramos muy compinches. El domingo nos comunicamos y me contó que estaban viajando a Kosovo vía terrestre y estaba chocha, porque venía de recorrer Albania, que le había encantado”.

Todo se mostraba color de rosa. “Qué lindo es poder caminar de noche y sentirme tranquila, sin tener que estar pensando en que me puedan matar por un teléfono”, había escrito María Clara en sus redes sociales.