Pesadilla y disgusto para una cadena de heladerías
Edición Impresa | 2 de Septiembre de 2023 | 05:39

Una heladería situada en la zona de Altos de San Lorenzo, se convirtió en el blanco de un nuevo episodio de inseguridad. El caso renovó las sensaciones de intranquilidad y miedo de los vecinos de un barrio que desde hace años viene siendo sacudido por los asaltos.
El hecho tuvo lugar el pasado jueves durante la noche, cuando la empleada del lugar ultimaba detalles para cerrar la jornada.
Según expuso la joven ante la policía, alrededor de las 22.00, una moto se detuvo en el frente del local y la persona que viajaba como acompañante, un sujeto de unos 25 años, descendió de la unidad y enfiló hacia la puerta del negocio ubicado en 72, entre 17 y 18.
Se trata de una zona que se caracteriza por tener un fuerte movimiento vehicular aunque pasadas las 22, la zona se convierte en un páramo desolado. Justamente, este escenario se genera por la inseguridad. Son muchos los comerciantes de la zona que han puesto como tope horario las 21 horas con la intención de evitar convertirse en blancos de la delincuencia.
No obstante, para el rubro gastronómico a esta hora recién se comienza a mover y es por ello que deben continuar abiertos hasta casi la medianoche “arriesgándose” a sufrir cualquier contingencia.
Aprovechando estas circunstancias, los hampones arribaron a la heladería perteneciente a la cadena “Grido” minutos después de las 22 hs. El conductor se quedó en la vereda con el motor de la moto en marcha. En tanto, el individuo que viajaba como acompañante se encargó de ingresar.
No se anduvo con rodeos. Apenas puso un pie en el comercio demostró que sus verdaderas intenciones no estaban orientadas a disfrutar de una crema helada. Muy por el contrario. Tras empujar la puerta del local, sembró el terror con amenazas y un arma de fuego. Luego, el sujeto exigió a la persona que se encontraba del otro lado del mostrador que entregara la recaudación.
Fue así que en una bolsa negra que le había proporcionado el ladrón mientras le daba órdenes, la empleada debió poner todo lo que tenía en la caja y, muy a su pesar, los dos teléfonos que estaban en el mostrador. Uno era el de la empresa. El otro, el suyo.
En total, se llevaron 80 mil pesos y los dispositivos móviles.
Sin lugar a dudas fue un día negro para esta cadena de heladerías. Es que, una hora antes de este episodio, otro local ya había pasado a formar parte de la larga lista de heladerías asaltadas en nuestra ciudad.
A eso de las 21.30, un “Grido” ubicado en Horacio Cestino y Eva Perón, Ensenada, también terminó sucumbiendo ante una pareja de malvivientes que a diferencia del primer caso usaron el viejo e inoxidable artilugio de hacerse pasar por clientes.
La empleada jamás sospechó que estaba ante profesionales del delito ya que hicieron una puesta en escena digna de una telenovela.
Primero se pelearon por el sabor de un batido. La falsa discusión, que duró alrededor de 5 minutos, les sirvió a los hampones para cerciorarse que la empleada se encontraba sola en el local.
Luego de resolver sus presuntas diferencias pidieron “Dulce de leche”. Cuando la trabajadora se disponía a preparar el pedido, el sujeto se adelantó y le dijo “Te voy a decir algo. Quedate piola. Esto es un asalto”.
Tras escuchar esta frase, a la joven no le quedó otro remedio que ponerse a disposición de los sujetos que se terminaron llevando más de 11 mil pesos y un batido.
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