Más de 300 terroristas detenidos y otros 5 abatidos

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QUITO

Las fuerzas armadas de Ecuador anunciaron ayer que 329 terroristas fueron capturados y otros cinco fueron abatidos en el marco de la vigencia de la declaratoria de conflicto armado interno, suscripto el martes por el presidente Daniel Noboa para hacer frente a una imparable espiral de violencia criminal.

El jefe del comando conjunto, almirante Jaime Vela, en rueda de prensa, dijo que en operaciones conjuntas de fuerzas armadas y policía en todo el territorio nacional también fueron rescatadas 41 personas que permanecían como rehenes, que se han recapturó a 28 presos fugados, para lo cual los uniformados se han enfrentado a tres grupos terroristas.

“Las operaciones militares que hemos realizado en las que hemos logrado capturar y neutralizar a terroristas, lo hemos hecho con nuestro personal de inteligencia”, aseveró. Los detenidos pertenecen a los grupos terroristas Tiguerones, Lobos y Choneros, indicó.

DOS POLICÍAS MUERTOS

Aclaró que un militar está herido por una acción no vinculada con los enfrentamientos a terroristas, pero que en la policía hay dos muertos y un herido en estado crítico por heridas de bala.

Hace poco menos de un mes, las autoridades comunicaron que habían identificado a 119 cabecillas de bandas criminales a los cuales se señaló como objetivos de alto valor.

Este primer informe se produce mientras equipos de militares y policías mantenían custodia de infraestructura estratégica y algunos medios de comunicación en Quito y Guayaquil cuando Ecuador intentaba recobrar la normalidad un día después que el gobierno de Noboa declarara el inicio de un conflicto armado interno contra grupos criminales.

En declaraciones a la radio privada Canela, el mandatario dijo que el país atraviesa un momento muy duro y que con firmeza su gobierno está “luchando por la paz y contra grupos terroristas”, que -dijo- integran más de 20.000 miembros. Advirtió a jueces y fiscales que dan ayuda a las bandas criminales que también serán procesados como parte de la “red terrorista”.

Las autoridades han informado que los detenidos están siendo procesados como terroristas por los actos de violencia del martes.

Entre ellos se encuentra el grupo de encapuchados que ingresaron armados en el canal público TC Televisión en la ciudad costera de Guayaquil, considerada la más violenta del país.

En tanto, el Servicio de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad informó que 125 agentes de seguridad penitenciaria y 14 trabajadores administrativos permanecen retenidos desde el lunes en las cárceles de cinco provincias.

El viceministro de Gobierno, Fernando Torres, dijo a los medios que están actuando para que “salgan sanos y salvos sin ceder ante ningún solo delincuente”. Ante ello, Vela aseveró que la Secretaría de Atención a Personas de Privadas de la Libertad, ha asegurado que no hay agentes penitenciarios muertos, desmintiendo el contenido de reiterados vídeos que circulan en las redes sociales.

“El país está en relativa calma”, aseguró el secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, a su arribo temprano junto con otros funcionarios a la sede presidencial donde se reúnen altos funcionarios del gobierno y del cuerpo diplomático. Al menos unos 700 militares resguardan la zona.

Ecuador está viviendo por primera vez “un momento de unidad”, en el que el enemigo del Estado “es el crimen organizado”, señaló Izurieta.

El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, habló con el embajador de Ecuador ante la ONU, José De La Gasca, manifestando que “está alarmado por el deterioro de la situación en el país, así como por el disruptivo impacto que ha tenido en las vidas de los ecuatorianos”, dijo el portavoz Stéphane Dujarric. “El secretario general condena enérgicamente estos actos criminales de violencia que hemos visto y envía un mensaje de solidaridad al pueblo ecuatoriano”, agregó Dujarric.

Sin embargo, el ambiente sigue siendo incierto y hay temor en el país de casi 18 millones de habitantes. Buena parte de los ciudadanos se resguardaron en sus casas para evitar eventuales actos de violencia mientras en las calles circulaban patrullas de la policía y el ejército.

El decreto del gobierno de Noboa, difundido poco después de la toma violenta del canal de TV, permite un despliegue más amplio de militares en todo el país para combatir a una veintena de bandas del crimen organizado, ahora consideradas como organizaciones terroristas.

Así, hay soldados con armas largas amanecieron custodiando el recién inaugurado metro (subte) en Quito, hospitales y algunos medios de comunicación en la capital y en Guayaquil, a donde llegaron incluso en tanquetas.

En las calles de las principales ciudades también se observó poco tránsito vehicular, con muchos comercios cerrados y sin estudiantes debido a que las clases presenciales fueron suspendidas en todos los niveles de educación hasta mañana viernes.

Muchos empleados públicos y privados optaron por realizar teletrabajo ante la crisis de seguridad y luego de una jornada con una treintena de actos violentos que se generaron tras el estado de emergencia decretado por el gobierno el lunes después de la aparente fuga de un peligroso líder de una banda de narcotraficantes de una prisión.

El paradero del líder narco “Fito”, que se escapó el domingo de prisión, seguía siendo un misterio. Noboa aseguró que “estamos en una cacería activa”, así como también de Fabricio Colón Pico, otro líder regional de otra banda, Los Lobos, quienes “serán procesados por terrorismo”.

El comandante de la policía en Guayaquil Víctor Herrera dijo que en total 18 personas serán procesadas por “actos terroristas” relacionados con la toma del canal, de ellos los 13 detenidos en el interior y cinco en el exterior. Agregó que serían 20 los involucrados, por lo cual restaría la detención de otras dos personas, y que estructura a la que pertenecen sería la banda criminal Los Tiguerones.

El director ejecutivo de Fundamedios, César Ricaurte, expresó que ese episodio violento en el canal de TV revela que los medios de comunicación “son estratégicos y un objetivo de los grupos criminales”, pues a “su acción terrorista directa” se suma “la operación de una guerra psicológica”, que busca crear miedo, zozobra y caos.

Por ello pidió al Estado “que se preserve la vida e integridad de los trabajadores, periodistas” y se proteja las instalaciones de aquellos con alto nivel de riesgo.

La violencia en el país andino emergió con fuerza a inicios de 2021 con una masacre en una cárcel producto de choques entre bandas criminales y del narcotráfico rivales, a la que sucedieron otras matanzas carcelarias y un incremento sin precedentes de la violencia y los homicidios en las calles.

Los Choneros y otros grupos similares ligados a los carteles mexicanos y colombianos se enfrentan por el control de las rutas del narcotráfico y el territorio, incluyendo dentro de los centros de detención, donde más de 450 reos han muerto desde 2021, de acuerdo con las autoridades. (AP)

 

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