Gimnasia encontró en los penales lo que mereció en el juego

Uruguay, env. especial

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Ganó Gimnasia. Aún si el resultado hubiera sido otro, tampoco merece un análisis exhaustivo el rendimiento del equipo en un partido con 10 cambios y jugadores que se fueron sumando día a día. El triunfo solo suma desde lo anímico, mientras el equipo tiene dos semanas por delante para encontrar una fisonomía nueva.

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Nelson Insfrán fue protagonista como en Rosario al atajar uno de los penales en la definición. El gol de Saravia le brindó al Lobo la copa que llevó en nombre del uruguayo Masnik, figura de la Barredora del ‘70 y campeón mundial con Nacional.

El Lobo seguirá buscando su destino en los próximos amistosos y entrenamientos. Nada tiene que ver este equipo con el que debutará a fines de enero ante Talleres en el Kempes.

Fue un partido bien de pretemporada, desde la informalidad de la cantidad de cambios y una marca sin la intensidad de un partido por los puntos.

Gimnasia buscó un poco más, desde la intención de asociar a dos mediocampistas centrales de características netamente ofensivas con Pablo De Blasis y el juvenil Leandro Mamut, con Lucas Castro jugando por delante de ellos y el debutante Zalazar y Domínguez bien abiertos.

Una falencia en la transición defensiva a partir de una pelota quieta dejó 3 contra uno a los delanteros uruguayos, pero Felipe Sánchez se rehizo y quitó de atrás. Y el Lobo respondió con un remate alto del Pata Castro tras una acción individual de Benjamín Domínguez.

Justamente el extremo nacido en Los Hornos fue la llave desde la izquierda para una ofensiva que mostró un tanto solo a Eric Ramírez, obligado a buscar al vacío sin tantas herramientas para jugar de espaldas al arco.

En la primera media hora mostró cosas interesantes David Zalazar, uno de los refuerzos menos conocidos. El pibe que viene de Barracas Central aunque su pase pertenece a Talleres mostró juego y ganas.

Lucas Castro metió una gran pelota de gol para Benja Domínguez y el arquero Formento le puso la cara al remate picado y evitó la desventaja de Cerro Largo. Con el paso de los minutos, el equipo de Madelón fue profundizando su dominio del juego.

Zalazar le puso el cuerpo a un remate tras una pelota quieta a favor de Cerro Largo y evitó males mayores para la valla de Nelson Insfrán. Cuando atacó el equipo uruguayo desnudó algunas dudas defensivas en el conjunto tripero.

Para el complemento, Madelón puso a Cabral por Leo Morales, Ivo Mammini por Mamut (y Castro jugó más cerca de De Blasis) y el debut de Pintado por Enrique. Así, le aportó más compañía a Ramírez, apostando a una dinámica mayor.

Volvió a sufrir el Tripero con un par de pérdidas en la salida, pero Gimnasia otra vez tuvo una situación clarísima cuando tras una acción colectiva, Benjamín Domínguez quedó mano a mano con el arquero y definió desviado.

Gallo en lugar de Canto (sin grandes problemas en su debut), Saravia por De Blasis, Matías Ramírez (otro de los nuevos) por Domínguez y Lautaro Chávez ingresó por Eric Ramírez fueron los siguientes cambios del Lobo, desde la premisa de hacer la mayor cantidad de cambios posibles para darle rodaje a casi todos.

También salió Zalazar (auspicioso debut) para permitir la presentación de Troyansky y Matías Miranda regresó al fútbol después de un año y medio por Castro. Cerro Largo también hizo muchos cambios y el partido se desordenó del todo. Lógica pura para este tipo de partidos de preparación en los que importa más moverse que el funcionamiento y el resultado.

Lucas Correa, que había entrado un rato antes en el conjunto uruguayo, se olvidó de que era un amistoso y se fue expulsado por una patada de atrás. Inexplicable. Más allá de esa acción, no fue un partido brusco y el final se deslució, aunque un remate de Lautaro Chávez buscó arco y Formento la sacó al córner tras un desvío. Gimnasia tuvo las más claras de la noche en el Municipal de Florida.

Tuvo 10 minutos el juvenil Juan Cruz Cortazzo, pibe de la cuarta que ingresó por Felipe Sánchez. Un premio para el chico que se sumó a la pretemporada por la lesión de Valentín Peñalva.

La Copa Juan Masnik se definió por penales, pero antes Mammini perdió el gol en la boca del arco tras un desborde y centro de Franco Troyansky. Clarísima la última chance del Lobo, que sin jugar bien mereció más que Cerro Largo, un rival también en formación.

Los informes de Facundo Aché en la previa desde Uruguay