A 86 años de la patente de la bici: freno a infractores
Edición Impresa | 28 de Enero de 2024 | 02:22

La queja contra ciclistas que poco apego muestran por las normas de seguridad vial en la calle no refiere a un producto de la época. Hace 86 años, en 1938, la preocupación por las maniobras temerarias llegó a tal punto que en el Municipio pensaron en un antídoto poco visto hoy: la creación la chapa patente que permitía identificar a quien iba al volante en caso de una infracción si es que, como ocurría, a menudo, no se daba por enterado del llamado del vigilante de la cuadra.
De esa medida, de la que hoy no queda más que el recuerdo lejano entre los mayores, da cuenta uno de los trabajos sobre la vida en la Ciudad que realizó el investigador Roberto Abrodos. En el informe que compartió con este diario señala que “1938 fue un año muy distintivo: no podrían ya escapar las bicicletas y sus infractores”. Al parecer, la bicicleta era ya un vehículo popular que también generaba riesgos. En particular cuando iba al volante alguien con desinterés por las normas de tránsito: “La novedad para las calles era la bicicleta que recorría las calzadas, cuando no las aceras, y esto ocasionaba, no pocos tropiezos para el agente de servicio en los casos de infracción”.
Puntualmente, Abrodos reproduce escenas de aquellos días, donde “el ciclista, con esa agilidad que lo caracteriza, se adueñaba de la calle y eludía toda penalidad, sabiendo la dificultad que habría para identificarlo”.
Así las cosas, “con la nueva disposición de la Municipalidad se llevará un registro de conductor con domicilio y número de chapa y ya no estaría a cubierto de estos riesgos; el agente de la esquina, constatada la infracción estaba en condiciones de llamarlo al orden de inmediato y, si el ciclista daba mayor impulso al vehículo y se alejaba con el registro visual de la chapa de identificación en signos grandes y visibles para el agente, podría ser de inmediato identificado. Como siempre pagaban justos por pecadores” opinó el investigador.
llegó el sábado inglés
En las próximas horas se cumplirán 85 años de una jornada que se habrá celebrado entre los empleados del rubro comercial en la Ciuda. “El 29 de enero de 1938 fue el primer día en que se dio cumplimiento a la ley de “sábado ingles” que había sido promulgada en la Provincia”, señala Abrodos sobre otro hecho relevante en la Ciudad.
“Con eso se había cristalizado un viejo anhelo de los empleados, que han visto así coronados sus esfuerzos, en pro de esa mejora. Habían conseguido por fin cerca de 36 horas de tregua dentro de su labor común. Disfrutaban ya de pequeñas vacaciones semanales que aquietaban los nervios y dosifican la voluntad. Ese día y medio de descanso fue realmente de tranquilidad. Y se percibía la alegría de todos los empleados al salir al medio día”, señala la crónica del investigador.
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