Picadas y positivos de alcoholemia en Berisso

Ya desde hace un tiempo que en la Región se han visualizado a diferentes grupos de motociclistas que recorre las calles de nuestra ciudad causando desmanes y disturbios. El fenómeno que los motoqueros supondrán ingenioso, con el que parecen divertirse, se registran en distintos sectores, desde el centro platense como hace unos días en Plaza Moreno, en barrios como Melchor Romero o San Carlos, e incluso en las últimas horas también en Berisso.

Esta problemática se viene repitiendo en los últimos fines de semana y se habla hasta más de un centenar de motociclistas que se concentran en esos episodios. Es más, las denuncias son realizadas anónimamente por vecinos que sufren los ruidos molestos ya que se niegan a identificarse por el temor a represalias.

En este contexto, en la madrugada de ayer la secretaria de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Berisso informó que se registraron varias denuncias realizadas por vecinos al COM (Centro Operativo Municipal), sobre ruidos molestos ocasionados por motociclistas en la vía pública.

De acuerdo al informe oficial, tras las denuncias, se llevó adelante un operativo. Por lo que de inmediato, en conjunto con personal policial, se constató lo denunciado como también corridas de picadas en distintos puntos, por lo que se procedió al secuestro de motocicletas, mientras que inspectores de Seguridad Vial realizaron test de alcoholemia registrando tres de ellas positivas.

“Desde esta secretaria continuaremos realizando operativos y dando respuesta a los reclamos realizados a través del WhatsApp 2216567873”, indicaron las autoridades en un comunicado.

“Por último, recordamos que en nuestra ciudad ya se han compactado más de 240 caños de escape no homologados (que son los que generan las explosiones, alterando el clima social)”, concluyeron.

Cabe recordar que semanas atrás en Berisso se reportaron varios accidentes de tránsito en donde los conductores involucrados arrojaron hasta 2.90 grados de alcohol en sangre. Las irregularidades en los conductores marcan un elevado desconocimiento de las leyes viales y, lo que es peor, la insensatez de las personas que conociéndolas no las cumplen.