Bonaire, en las Antillas holandesas

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Un tesoro oculto en el Caribe. Bonaire, en las Antillas de los Países Bajos, se ha consolidado como uno de los destinos más codiciados para los entusiastas del buceo, snorkel y windsurf. Esta pequeña isla, rodeada por aguas cristalinas, alberga un ecosistema submarino increíblemente diverso que la convierte en un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos. Su reputación mundial la sitúa como uno de los mejores lugares del planeta para sumergirse y explorar su vibrante vida marina. Con 86 puntos de inmersión repartidos por sus costas, todos fácilmente accesibles desde su capital, Kralendijk, es un destino que atrae a buceadores de todo el mundo. Bucear allí es una experiencia única, ya que sus aguas, ricas en corales, peces tropicales y otras especies marinas, ofrecen una visibilidad impresionante. Es común encontrar tortugas marinas, caballitos de mar y bancos de peces que parecen bailar en perfecta sincronía bajo el agua. Incluso para aquellos que prefieren quedarse en la superficie, el snorkel es una excelente opción, permitiendo disfrutar de la belleza submarina sin necesidad de sumergirse profundamente. Bonaire protege activamente su ecosistema marino, siendo pionera en la conservación de sus arrecifes de coral, lo que garantiza que sus aguas mantengan su esplendor durante generaciones. Otro de los grandes atractivos es Lac Bay, el epicentro del windsurf en la isla. Con sus aguas poco profundas y vientos constantes, esta bahía se ha ganado un lugar en el circuito internacional del windsurf.

 

Bonaire
Antillas holandesas

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