Crisis en la enseñanza por la Inteligencia Artificial

En escuelas, colegios e instituciones de La Plata, la Región, el país y el mundo crece el “abuso” de esta herramienta para realizar las tareas. De qué modo trabajar en las aulas

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“Le estamos prestando mucha más atención a los trabajos realizados en clase y a pensar en formas de estimular el pensamiento y el desarrollo de habilidades que tengan que ver con la comunicación directa, con lo oral; incluso, también, se ve una tendencia en algunos docentes en proponer muchos trabajos gráficos del tipo infografías, mapas mentales, cuadros comparativos”. Facundo Stazi -profesor de Literatura, tesista de la Licenciatura en Ciencias de la Educación y magíster en Didáctica de la Lengua para Educación Infantil- habló, con EL DIA, de una realidad que agrega más trabajo a los educadores: a la crisis socioeconómica y de enseñanza se agregó la incidencia de la Inteligencia Artificial (IA), lo que lleva a los docentes a cambiar las metodologías de trabajo en clase para evitar que los alumnos se aprovechen del recurso tecnológico.

 

Hay docentes que cambian la forma de dar clase para que los alumnos no se aprovechen

 

Trabajos copiados desde Chat GPT, videos o fotos inventadas con informaciones falsas en las entregas grupales y citas inexistentes son solo una parte de todos los daños que se producen en el ámbito áulico, desde edades tempranas hasta ciclos de estudios superiores, cuando se utiliza indebidamente la tecnología.

“El profesor Martín había corregido cientos de ensayos a lo largo de su carrera, pero algo en los trabajos de su último curso le resultaba inquietante. Las frases, impecablemente hiladas, carecían de ese toque humano que solía identificar en los escritos de sus alumnos. Un domingo por la tarde, decidió investigar con más profundidad, y su intuición no tardó en revelarle la verdad: varios de ellos habían recurrido a la inteligencia artificial para elaborar sus tareas. Al confrontarlos en clase, el murmullo de los estudiantes se volvió un silencio tenso. Martín, visiblemente decepcionado, les explicó que la creatividad y el pensamiento crítico no podían ser reemplazados por un algoritmo, y que sus notas reflejarían esa deshonestidad. La lección que impartió ese día no solo era sobre la materia, sino sobre integridad y el valor del esfuerzo auténtico”. Esto es solo un ensayo que representa muchas de las situaciones con las que los docentes se topan en las aulas de las escuelas e instituciones educativas de La Plata y la Región.

Por su lado, el profesor platense Facundo Stazi se explayó sobre cómo emplean sus estudiantes a la Inteligencia Artificial en clase: “Conociendo a mis alumnos tengo una expectativa de trabajo que me ha dado la experiencia. Creo que cualquier docente que conozca a sus alumnos se da cuenta del trabajo realizado con IA. Hay formas de escribir que parecen artificiales, estructuras gramaticales complejas que sé que mis alumnos no manejan habitualmente, una ortografía cuidada… y en algunos casos me encuentro con ideas que sé que no vienen de mis alumnos; sin ánimos de subestimarlos ni de entablar un prejuicio, uno conoce sus estrategias didácticas y las complejidades con que sus alumnos se van a encontrar. Y cuando tengo alguna duda legítima, con invitarlos a conversar sobre el desarrollo de lo presentado se diluye cualquier dilema”.

En torno a las variaciones que deben sobrellevar los profesores en las aulas para eludir la viveza de algunos estudiantes que se aprovechan de la IA, hay muchas estrategias que se utilizan. Pero, por cierto, como enunció el docente de la Ciudad, “esto vino a patear el tablero de lo que sucede en el aula, la tecnología disruptiva no pide permiso ni da tiempo para ordenarse, trabajamos sobre la prueba y el error, y vamos aprendiendo sobre la marcha”.

 

“Si no me ayuda a aprender, que se quede fuera del aula”, planteó el profesor Stazi

 

“En la escuela convivimos con docentes que todavía no se enteraron de que sus alumnos pueden sacarle una foto a un cálculo combinado y copiar la resolución y otros que ya están utilizando agentes de IA para trabajar a su favor”, resaltó Stazi. Este es uno de los puntos más preocupantes: existen profesores que no registran el universo de resoluciones que abrió la IA para los estudiantes que la eligen como un atajo.

Como ya publicó este diario, en la Provincia de Buenos Aires, pero también a nivel país existen varios proyectos para regular el uso de las tecnologías, más precisamente del celular, pero solo en el nivel primario. Sin embargo, con opiniones a favor y en contra, parece mucho más difícil pensar algún tipo de regulación en los demás niveles. En efecto, la IA es una herramienta accesible desde un teléfono móvil, con lo que los alumnos tienen muchas facilidades para aprovecharse de este recurso, aunque en ellos está si se lo emplea de un modo constructivo o destructivo...

El profesor platense Facundo Stazi

“Hace un tiempo que vengo pensando sobre esto del buen uso de una IA, de un uso ético y responsable. Toda tecnología llega a nuestra realidad cultural para darnos tiempo… una cafetera, una licuadora, una calculadora, una vacuna… Están con nosotros por nuestra necesidad intrínseca de buscar más tiempo, que es nuestro bien más preciado. Entonces, ¿el uso de las IA está mal? No, no está mal. Pero en la escuela, por lo menos como la conocemos hasta ahora, se convierte en una manera de buscar atajos y no como un modo de ser más eficiente. Mi límite es la falta de revisión de lo que se entrega y la falta de defensa de eso a lo que le ponen su nombre sin poder entenderlo o justificarlo. Toda estrategia didáctica implica la construcción, por parte del docente, de un ecosistema de actividades que inviten al alumno a pensar, si no piensa, está mal el recorrido, más allá de los resultados”, reflexionó el magíster en Didáctica de la Lengua para Educación Infantil.

Para concluir, Facundo Stazi consideró que “si el uso de la IA, que no es una herramienta, es un agente, no me ayuda a pensar mejor o a ahorrarme tiempo en el tedio de un texto que puedo defender, entender, compartir, incluso mejorar o corregir, entonces no me ayuda a aprender; y si no me ayuda a aprender, que se quede fuera del aula”.

Los jóvenes usan la IA para reemplazar sus tareas. Esto genera un grave problema en el aprendizaje / Freepik

 

Claves para docentes: ¿cómo saber si una tarea se hizo con Inteligencia Artificial?

❑ Ausencia de errores tipográficos o faltas de ortografía: los textos generados por IA suelen ser impecables en cuanto a ortografía y gramática, algo que no es común en trabajos de estudiantes.

❑ Falta de profundidad en el razonamiento: las respuestas generadas por IA suelen ser correctas, pero no muestran un razonamiento profundo ni una comprensión crítica del tema.

❑ Estructura del lenguaje: la IA utiliza combinaciones de palabras aprendidas de textos previos, lo que puede generar respuestas que suenan correctas pero son repetitivas o poco originales.

❑ Uniformidad en el estilo: los textos de IA tienden a ser homogéneos y carecen de la variabilidad que se puede encontrar en trabajos humanos, que a menudo incluyen una mezcla de estilos y tonos.

❑ Respuestas generalizadas: la IA puede responder de manera adecuada, pero sus respuestas tienden a ser generalizadas y carecen de ejemplos o experiencias personales que los estudiantes suelen incluir en sus trabajos.

❑ Falta de personalización: los trabajos generados por IA no suelen incluir referencias a la clase, al contexto académico específico o a las instrucciones particulares del docente.

❑ Linealidad en el contenido: las respuestas de IA suelen seguir una estructura muy lógica y ordenada, sin la complejidad o las digresiones que pueden aparecer en textos humanos.

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