“Maestra Normal”: el buen pasar de la señorita por las peores razones

Juan Pablo Geretto se tomó un descanso de su reconocido personaje y lo retomó “con otros ojos”, en un contexto diferente que resignificó el texto

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María Virginia Bruno

vbruno@eldia.com

Hace más de veinte años que Juan Pablo Geretto se pasea de teatro en teatro con su “Maestra Normal”, una de las criaturas “fundamentales” de su galería de personajes femeninos. A pesar del paso del tiempo, esta señorita autoritaria y llena de clichés, sigue convocando espectadores de la mano de una desopilante crítica al sistema educativo.

Geretto, que viene de encabezar el éxito de “Exit” en la cartelera porteña, hacía más de tres años que no vestía el impoluto guardapolvos blanco con ribetes y pollera turquesa de su particular maestra. Un tiempo que, dijo en diálogo con EL DIA, lo ayudó a abordar a su criatura desde otro lugar.

“Volver a hacerla después de varios años me permitió verla con otros ojos. La realidad cambió mucho en tres años y se resignificaron un montón de cosas que ni siquiera hubo que cambiar, solo se resignificaron. Creo que la obra está en un buen momento, por las peores razones”, aseguró entre risas tímidas el actor, en relación a la complejización de los problemas que el sistema educativo viene acarreando desde hace décadas.

Con esta obra, Geretto no apunta a las maestras. Su crítica es más abarcativa y eso le permite seguir convocando espectadores: “Me parece que a lo largo del tiempo fue tomando más la voz del sistema educativo que la voz de una maestra o de un alumno o de una situación de una persona en particular”, manifestó el intérprete que este domingo volverá con su criatura al Coliseo Podestá.

-Si tuvieras la posibilidad de cambiar algo del sistema educativo, ¿qué cambiarías?

-(...) Me parece que atendería a una educación menos vertical, más horizontal, con una atención un poco más dedicada al deseo o a la curiosidad de cada individuo y cómo el maestro como figura importante acerca ese deseo con la posibilidad de desarrollarlo. Quiero decir: no hubo una sola materia en la escuela primaria -y menos en la secundaria- que me ayude a investigar, que me ayude a desarrollar o a pensar qué me gustaba. Creo que es una pregunta que me sigo haciendo hoy por hoy: qué me gusta. Fue una educación que acallaba las voces, debía aprender determinadas cosas, obedecer determinados cánones, seguir por un camino preestablecido. Creo que nada de eso era para mí y ‘Maestra Normal’ fue mi contestación a todo eso.

Entonces, creo que si soñara (con poder cambiar algo), sería que se atendiera un poco más a los vínculos, a las relaciones humanas, sobre todo para que también la educación vuelva a ser un lugar prestigioso, un lugar donde al docente le dé ganas de estar, porque creo que en ningún lugar alguien que se dedica a la educación lo hace por el dinero, pero al menos en muchos lugares del mundo, como lo fue en algún momento en Argentina, es una carrera noble y prestigiosa.

-¿En qué contexto nació la maestra? ¿Y cuánto tiempo de vida tenía cuando causó furor en “VideoMatch”?

-Cuando fui a “Videomatch” (2002), la maestra tenía varios años ya. Yo venía haciendo un espectáculo que se llamaba ‘Solo como una perra’, y la maestra era un personaje cortito dentro de ese espectáculo que era como un show de personajes. Pero también venía desde antes, con otra forma, porque tenía como una madre ‘drag’ en términos de hoy, que se dedicaba a hacer espectáculos ‘drag’ en las fechas patrias; y la fecha patria y el acto escolar lo tenemos íntimamente relacionados así que siempre se necesitó una maestra y me tocó a mí en suerte. Siento que me hizo un regalo enorme esta persona, la Correntina le decíamos, se llamaba Walter, porque ahí se iluminó una parte de mí que me interesaba, y fui explorando lo que me había pasado a mí con la educación en esos términos.

-Te inspiraste en alguna maestra tuya, ¿recibiste algún reproche alguna vez?

-Sin duda alguna maestra mía debe de haber sido un punto de partida pero cuando uno va creciendo, y el hecho de haber tenido la posibilidad de transitar este texto durante tantos años, que son años de maduración para mí también en lo personal, hizo que con el tiempo empezara a entender a mis maestras; a pensar que esas viejas que yo veía en el salón de 23 ó 24 años, porque para mi mirada ya eran viejas, también venían con muchas ganas de hacer cosas y que el sistema educativo te pervierte, te doblega. Con el tiempo las fui entendiendo y el texto también las fue entendiendo y nunca hubo alguien que me dijera algo negativo. Y eso que el texto es tremendo, no pasaría un psicotécnico, y hoy suena peor todavía (risas). Pero, bueno, por eso también hay que ver la obra en contexto, hay que ver cuándo empieza, cómo se desarrolla y cómo termina, como para entender un poco todo lo que se vio o lo que se muestra.

-¿De qué va la obra?

-La obra es un acto de colegio en tiempo real donde se inaugura el patio techado del colegio. A través de esa excusa se van develando todos los misterios de las relaciones entre la maestra y sus pares, y entre la maestra y sus alumnos, y en un momento el público son todos los asistentes a ese acto, y son los alumnos, y son los padres, y son lo que se requiere en ese momento...

-Tenés muchos personajes súper conocidos, ¿qué lugar ocupa éste entre tus creaciones?

-Ocupa un lugar fundamental desde lo laboral. Fue el personaje que la gente adoptó. No sé si es de mis preferidos pero me gusta hacerlo, me gusta tener ese vínculo con el público a través de ella.

 

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