Vivir un calvario: acoso, amenazas de muerte y perimetral
Edición Impresa | 16 de Noviembre de 2024 | 03:36

La víctima de esta historia tiene tan solo 17 años y vive bajo un constate estrés, sin saber cuándo y cómo será el próximo acercamiento de su exnovio, un muchacho de 20 años que está bajo la lupa de la Justicia tras ser acusado de hostigarla y amenazarla de muerte. La tremenda amenaza no fue solo a ella, sino a toda su familia, lo que llevó a la madre de la adolescente a denunciar el hecho en la comisaría.
El acoso de este sujeto, según se reveló, se ha convertido en una persecución constante al punto de que la víctima se ve atrapada en una pesadilla que parece no tener fin. Es que si bien la relación que tuvieron ambos terminó hace tres meses, la damnificada vive bajo la amenaza de su ex que, lejos de aceptar el fin de la relación, ha transformado su comportamiento en una verdadero calvario.
Siempre en base a lo revelado por la denunciante, una mujer de 43 años y progenitora de la adolescente, “todo comenzó a empeorar dado que dicho sujeto nunca aceptó la separación”. Sin embargo reveló que durante los meses que su hija estuvo junto al implicado, ya había notado “ciertas situaciones de violencia de tipo física y verbal” por parte de él.
El hostigamiento psicológico pasó rápidamente de los mensajes a la vigilancia constante. De acuerdo a la denuncia, el acusado habría ido varias veces a la casa de la joven, en la zona de 515 y 182, con el fin de amenazarla y hasta de robarle su celular y ropa. “Ha ingresado por la puerta del fondo y se ha metido al interior de la propiedad. En una de las últimas ocasiones se llevó el celular de mi hija”, detalló la mujer angustiada.
Sobre este último episodio, la chica de 17 años temió por su vida. Es que luego de notar que le habían sustraído su teléfono, y de sospechar de su ex a raíz de que un vecino le contó que lo vio salir de la casa, tomó el valor de ir a buscarlo para pedir que se lo devuelva: cara a cara con él, la víctima denunció que el sujeto comenzó a tornarse agresivo. Incluso, el nivel de violencia verbal fue subiendo de todo. Lejos de calmarse, el hombre la habría increpado también, por lo que decidió irse del lugar a fin de evitar algo grave.
Sin embargo, según contó su mamá ante las autoridades policiales de la comisaría séptima de Abasto, ese no fue el suceso más grave que le tocó pasar. Siempre en base a su testimonio, y el de la menor, el implicado habría vuelto entrar a la casa con el fin de quitarle otra vez un celular, pero en esta oportunidad encontró a la joven en el interior: la redujo, le arrebató el nuevo teléfono de la mano y le dio una trompada en la boca.
“La lesionó tras golpearla. También le sacó los anteojos y se los tiró. Luego la tomó del brazo y la empujó”, relató la progenitora. “Este volvió a pasar por la vereda de casa y gritó desde la vía publica. Al mismo tiempo arrojó hacía el interior del patio el teléfono celular de mi hija, sin chip ni tarjeta de memoria, donde momentos más tarde este sujeto se vuelve a adueñar de las redes sociales de mi hija para comenzar a mandar mensajes a la familia y amigos amenazándolos”, agregó la mujer.
Lo cierto es que a la fecha, la madre de la joven, quien además tiene otra hija, confesó que teme por su vida y la de sus hijas. En esta línea expresó que no puede estar tranquila en su casa ni dejarlas solas porque teme que pase a algo peor. “Los voy a cagar a tiros”, fue el último grito del implicado, ahora imputado por la Justicia.
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