La isla de la mujer dormida: una novela de mar, amor y aventuras
Edición Impresa | 1 de Diciembre de 2024 | 07:17

El escritor Arturo Pérez-Reverte, reportero, corresponsal de guerra, hombre de radio, televisión y miembro de la Real Academia Española desde el año 2003, acaba de publicar “La isla de la mujer dormida”, última novela de una exitosa serie que incluye títulos como “La tabla de Flandes”, “El capitán Alatriste” y “El club Dumas”.
Son importantes en su formación de escritor los vínculos con el periodismo, no sólo por las estrategias de escritura que adquirió tras cubrir acontecimientos bélicos durante más de veinte años, tal el caso de las guerras de Chipre, el Líbano, el Golfo o los Balcanes, sino por su modo de posicionarse frente a los mismos en calidad de observador privilegiado, con capacidad para seguir de cerca las negociaciones diplomáticas, las actividades de espionaje y contraespionaje y las características personales de los combatientes, generalmente jóvenes, enfrentados con la muerte desde sus convicciones o sin ellas.
Arturo Pérez-Reverte se ha definido como simpatizante de la República
Y no menos significativos son sus conocimientos como lector de buena literatura, desde los textos clásicos hasta los actuales, incluidas sus relecturas, dado que las personas vamos cambiando y podemos ver cosas nuevas en los libros viejos.
Por último, un aspecto de gran centralidad para la valoración de esta novela es su relación con el mar, especialmente con el Mediterráneo, donde ha podido zambullirse, pescar, navegar y encontrar las huellas del pasado homérico en el paisaje de las islas.
También la memoria de Joseph Conrad y las páginas de Lord Jim, de quien toma algunos rasgos para la construcción de Jordán, su personaje protagónico; los rastros de Robert Louis Stevenson y de La isla del Tesoro, su modelo para diseñar la isla Gynaíka y la tripulación mercenaria de su propia torpedera; y la de mucha literatura de piratas y corsarios, especialmente la de Salgari, con “El Corsario Negro” y su entrañable “Isla Tortuga”.
Entre las nuevas novelas históricas
“La isla de la mujer dormida” se inscribe en el género de las nuevas novelas históricas, que transformaron los paradigmas normatizados por Walter Scott.
Transcurre durante los años de la Guerra Civil Española y en lugares alejados del centro de las confrontaciones: Turquía, Grecia, las Cícladas y el Mar Mediterráneo, vía obligada de los barcos soviéticos que descendían por el Mar Negro con destino a España para llevar trigo, armamento y hombres que se enrolaban en las fuerzas de la República. Operaban en las mismas aguas barcos alemanes e italianos , colaboradores del bando opositor, los nacionales o los falangistas españoles.
Toda novela histórica está orientada hacia el pasado, reconstruido en este caso con precisión de detalles, lenguajes y costumbres, pero trata de incidir en el presente de la escritura.
Arturo Pérez-Reverte se ha definido como simpatizante de la República pero con una mirada crítica sobre la disputa interna entre socialistas, comunistas y anarquistas que la tornaron inviable, más un fuerte señalamiento de los excesos y los horrores perpetrados por cada bandos.
Ha señalado, además, una diferencia valorativa entre quienes combatieron en los frentes de batalla y quienes medraron con los resultados desde la retaguardia; también se ha reconocido como opositor del franquismo.
Su novela se inicia cuando el marino mercante Miguel Jordán Kyriazis, convocado por el vicealmirante Navia-Osorio del bando sublevado, recibe y acepta la misión de hundir barcos rusos en el Mediterráneo, con la prescindencia cómplice del dictador griego Ioannis Metaxás. Debe cambiar su identidad y asumir la de un pescador inofensivo de Gynaíka, la isla de la mujer dormida, alusión explícita a Helena Nikolaievna o Lena Katelios, esposa del barón Katelios, dueño del lugar.
Cada acción o procedimiento implementado para disparar los torpedos sobre sus objetivos, es narrada con precisión y conocimiento de los mecanismos específicos, más un plus de intensidad emocional propio de los buenos libros de aventuras.
En la novela aparecen personajes secundarios e historias colaterales que son clave
El desenlace se produce cuando “La Loba”, capitaneada por Jordán, es hundida mediante el ardid y la envoltura de un nuevo caballo de Troya. Frente a las sospechas por los ataques reiterados a su flota, el Kronstadt es camuflado, según indicaciones del propio Stalin, y ofrecido como un inofensivo blanco que oculta capacidad para contraatacar con cañones y metralla.
El rol de los personajes secundarios
En el desarrollo de la novela existen numerosos personajes secundarios e historias colaterales que expresan ideas, matices y estilos de vida diferentes.
En un triángulo de amor o desamor jugado entre Lena, su esposo y Jordán, son muchas las diferencias irreconciliables en ese matrimonio aunque persiste un nexo que los relaciona a pesar de ellos mismos; son dos sobreviviente de un mundo que se va extinguiendo junto a las porcelanas de la Rusia imperial, las profusas bibliotecas, las colecciones de armas antiguas y los frisos despintados de las mansiones que finalmente caerán desplomadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Una novela apasionante, avalada por millones de lectores de diferentes lenguas, que continúan apostando por la buena literatura.
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