El sentido del tacto y la capacidad de aprendizaje
Edición Impresa | 22 de Diciembre de 2024 | 02:20

Varios experimentos realizados en distintos países comprobaron una mejora en las condiciones de composición escrita (calidad, longitud y fluidez del texto) entre aquellos que entrenaron sus habilidades de escritura manual. También se verificó una mejor planificación de los textos que se vuelcan en papel y lápiz.
A través de encuestas que realizó entre 205 adultos jóvenes de Estados Unidos y Europa, Naomi Susan Baron, profesora emérita de lingüística en la Universidad de Washington y autora de “¿Quién ha escrito esto? Cómo la IA y el atractivo de la eficiencia amenazan la escritura humana”, descubrió que muchos estudiantes afirman tener “más concentración y mejor memoria cuando escriben un texto sujetando un instrumento de escritura en lugar de pulsando las teclas de un teclado, lo que sugiere que nuestro sentido del tacto desempeña un papel vital en la forma en que absorbemos la información”.
En un estudio publicado en enero pasado, Audrey van der Meer, profesora de neuropsicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología y su coautor, Ruud van der Weel, observaron los escáneres cerebrales de 36 adultos jóvenes matriculados en la universidad que realizaban tareas de escritura. Se pidió a los estudiantes que escribieran palabras de Pictionary utilizando un bolígrafo digital en un dispositivo de pantalla táctil o escribiéndolas en un teclado. La actividad cerebral de los participantes durante cada tarea se captó mediante técnicas de electroencefalograma (EEG).
“Lo más sorprendente fue que todo el cerebro estaba activo cuando escribían a mano, mientras que zonas mucho más pequeñas estaban activas cuando escribían a máquina”, afirma van der Meer. El estudio relevó también que las distintas partes del cerebro activadas por la escritura a mano se comunicaban entre sí mediante ondas cerebrales asociadas al aprendizaje. “Hay toda una serie de investigaciones que hablan de oscilaciones alfa y theta en el cerebro que son beneficiosas para aprender y recordar. Descubrimos que esas oscilaciones estaban activas durante la escritura a mano, pero no durante la mecanografía”, dice van der Meer.
Con estos resultados, los investigadores esperan que las autoridades de Noruega den marcha atrás con el proyecto de terminar con la enseñanza de escritura cursiva en las escuelas.
Los especialistas también recomiendan que los adultos no abandonen el uso del lápiz y papel, como un ejercicio saludable para el cerebro.
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