El Papa se enojó con varios de sus colaboradores
Edición Impresa | 22 de Diciembre de 2024 | 02:34

El papa Francisco les dijo a los burócratas del Vaticano que dejen de hablar mal unos de otros, empleando una vez más su mensaje navideño anual para reprender las puñaladas por la espalda y los chismes entre sus colaboradores más cercanos.
Con dificultades para respirar, el Papa instó a los prelados a hablar bien los unos de los otros y a emprender un humilde examen de conciencia durante la temporada de vacaciones de Navidad.
“Una comunidad eclesial vive en gozosa y fraterna armonía en la medida en que sus miembros transitan por el camino de la humildad, renunciando a pensar y hablar mal de los demás”, dijo Francisco. “El chisme es un mal que destruye la vida social, enferma el corazón de las personas y no lleva a nada. La gente lo dice muy bien: el chisme es cero”.
A estas alturas, el discurso anual de Francisco a los sacerdotes, obispos y cardenales que trabajan en la Curia Vaticana se ha convertido en una lección de humildad -y humillación-, ya que Francisco ofrece una reprimenda pública sobre algunos de los pecados en la labor de la sede de la Iglesia Católica.
En la edición más mordaz, en 2014, Francisco enumeró las “15 enfermedades de la Curia”, en las que acusó a los prelados de usar sus carreras en el Vaticano para obtener poder y riqueza. Los acusó de vivir dobles vidas “hipócritas” y de olvidar -debido al “Alzheimer espiritual”- que se supone que deben ser hombres de Dios alegres.
En 2022, Francisco les advirtió sobre el diablo que acecha entre ellos, diciendo que es un “demonio elegante” que trabaja en personas que tienen una forma rígida y santurrona de vivir la fe católica.
Este año, Francisco retomó un tema que ha comentado a menudo: los chismes y hablar mal de las personas a sus espaldas. Fue una referencia al ambiente a veces tóxico en entornos cerrados como el Vaticano o lugares de trabajo donde circulan los chismes y críticas de oficina. (AFP)
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