Tras el título, un verano movido: el Estudiantes que se viene

Estudiantes volvió a salir campeón y a sumar una estrella. Lo hizo en una ciudad que le empieza a sentir como en casa: Santiago del Estero.

Y así no sólo que cerró el año como el más ganador del año sino que lo posicionó otra vez en la discusión de qué lugar ocupa en la consideración de todos los equipos argentinos, pero principalmente en su medición contra Vélez y San Lorenzo, que tienen sus argumentos como para compararse.

Estudiantes consiguió tres títulos en un año (sumando la Copa Argentina), situación que había logrado en 1969 cuando coronó en la Copa Libertadores de América de 1968 (mayo), la Intercontinental de ese año (octubre) y la Interamericana 1969 (febrero).

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Si se le suma la Libertadores siguiente puede decir que hasta alcanzó cuatro en poco más de doce meses.

No es frecuente que un equipo que no sea Boca o River haya ganado tanto y tan seguido en la Argentina.

El mérito es in disimulable y por eso el crecimiento va en aumento en un momento especial.

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La Brujita Verón fue por más en las redes y además de una chicana que pareció estar destinada a Gimnasia avisó que “es el comienzo”. Al Pincha se le avecinan la Copa de la Liga por dos, la Copa Argentina, la Copa Libertadores y la Supercopa Internacional. De todos ellos buscará sumar otra estrella en 2025.

“Que los hinchas disfruten porque no es sencillo sr campeón. A veces no alcanza con hacer las cosas bien porque hay mil variantes. Esta generación tiene la suerte de verlo campeón seguido a Estudiantes. A nosotros nos costó un poco más”, reconoció José Sosa luego de la consagración y en un claro mensaje de que su club está viviendo uno de sus momentos más dorados de su historia.

Y así como los hinchas de Vélez se lamentaron anoche sus tres finales perdidas en el año, los de Estudiantes recordaron ese gol de Rodrigo Aliendro contra River en la final de la Supercopa de Campeones que tranquilamente pudo haber cerrado este 2024 con otra estrella.

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Un dato relevante en Eduardo Domínguez es que logró consagrarse con planteles diferentes. En la Copa Argentina del año pasado lo hizo con el Corcho Rodríguez, Benjamín Rollheisser, Leo Godoy, Mariano Andújar y Mauro Boselli en sus filas.

Al año siguiente lo logró con Fernando Zuqui, Zaid Romero, Javier Correa y Eros Mancuso. Todos ellos se fueron.

Este año no será la excepción y algunos de los jugadores que dieron la vuelta olímpica en Santiago del Estero se marcharán en este mercado de pases.

Por lo pronto hay cuatro que ya se despidieron, como Enzo Pérez, Luciano Lollo, Pablo Piatti y Federico Fernández. A ellos se le podrían sumar otros como Gastón Benedetti, Edwuin Cetré y alguno más. Por ejemplo Alexis Manyoma cerró el año en un nivel altísimo y Tiago Palacios mejoró en el tramo final. Por ambos podrían llegar ofertas.

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Por eso el Barba deberá rearmar otra vez al equipo pensando en la Copa Libertadores 2025, pero en la múltiple competencia que le espera por delante.

Y entonces la pregunta es lógica: cómo hará Estudiantes para reforzarse con unas finanzas que no están en su mejor momento. Ya lo avisó el presidente Juan Sebastián Verón y el secretario de finanzas Martín Ongay en la última Asamblea. Por eso todos los caminos conducen al prometido desembarco de capitales privados que está lejos de su implementación en su formato original pero que podría tener un intermedio con un préstamo inicial que en off se dice que sería de 10 millones de dólares. ¿Alcanzará ese dinero para poder tener un equipo tan competitivo como se decía en un principio?

Estudiantes 2025 será distinto a este. Hay muchos nombres en danza y si no arma un equipo ultra competitivo tendrá uno que apuntará alto, al menos para hacer una buena Copa Libertadores, el gran desafío de cuerpo técnico, dirigentes e hinchas.

El plantel regresó en la madrugada a Buenos Aires. De inmediato los jugadores quedaron liberados hasta el 6 de enero, fecha estipulada para el regreso a los entrenamientos.

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A partir de esa fecha se empezará a saber a ciencia cierta quiénes son los que arrancarán con más chances.

El primer desafío para Domínguez es tener la certeza que Santiago Ascacibar seguirá siendo parte del plantel. Parece ser, aunque tenga contrato por dos años más, que sería el primer refuerzo. Al Ruso lo buscan clubes del exterior y las ofertas son tentadoras.

Lo espera una reunión con la secretaría técnica. Pero antes empezarán las vacaciones para un plantel que inició la temporada y la cerró. Fueron once meses de actividad intensa que empezó con el pasillo de los jugadores de Argentino de Monte Maíz y terminó con la misma fotografía de los futbolistas de Vélez. En el medio, dos copas.

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