Un mito sobre el agua y el alcohol en época de fiestas

Alternar una copa de agua cuando se toma bebidas alcohólicas, como vino o cerveza, puede ayudar a quienes sufren por la deshidratación y paliar los efectos de la ingesta de destilados.

El alcohol actúa como diurético, promoviendo la producción de orina y llevando a la deshidratación. Consumir agua entre tragos ayuda a mantener el cuerpo hidratado, contrarrestando los efectos deshidratantes del alcohol. Esto reduce la intensidad de la embriaguez y puede prevenir la resaca al día siguiente.

Además, beber agua puede diluir el alcohol en el sistema, ralentizando su absorción y reduciendo los efectos negativos en el cuerpo. Esto facilita mantener un mejor control sobre el consumo de alcohol y evita decisiones impulsivas o arrepentidas. Mantenerse hidratado también ayuda a eliminar toxinas, contribuyendo a una recuperación más rápida y saludable.

No debe consumirse bebida alcohólica si se va a conducir y esta clave tampoco provoca eliminar todo el alcohol de la sangre.