Un año de la gestión Milei: promesas de campaña que aún no prosperaron
Edición Impresa | 9 de Diciembre de 2024 | 02:05

El presidente, Javier Milei, llega al primer año de su mandato con promesas económicas como la dolarización, el cierre del Banco Central y el fin del cepo cambiario aún sin concretar.
Por caso, la “dolarización” fue una de las palabras que más repitió Milei en sus discursos de campaña de Milei, pero tras su victoria esa propuesta lentamente comenzó a perder fuerza hasta prácticamente diluirse.
Eliminar todos los pesos y pasar a una economía dolarizada era la propuesta central de La Libertad Avanza (LLA) en 2023, de la mano de la eliminación del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
De hecho, antes de asumir Milei, en su entorno se hablaba del economista Emilio Ocampo como futuro presidente de la entidad monetaria con el objetivo final de finiquitarlo. Algo que no solo no ocurrió, sino que además Ocampo se alejó del círculo íntimo del jefe de Estado, que terminó por elegir a Luis Caputo como ministro de Economía y a Santiago Bausili al frente del BCRA.
Otro de los puntos sin resolver es el cepo al dólar, más allá de que la moneda extranjera se ha estabilizado a la baja y se le han quitado varias restricciones.
Al respecto, Bausili advirtió en las últimas semanas que antes de quitar el cepo es necesario alcanzar un equilibrio monetario: “Estamos muy cerca de lograrlo, pero no necesariamente del equilibrio cambiario. Por ahora, el cepo actúa como una barrera para la entrada de dólares, más que para su salida”, consideró el jefe del Banco Central.
En tanto, la última vez que Milei se refirió a este tema subrayó que “al alcanzar una inflación mensual del 2,5%, el cepo podría eliminarse. El crawling peg (devaluación administrada) está en 2% más la inflación internacional, lo que implica una inflación inducida del 2,5%. Si llego a ese nivel, toda la inflación será inducida, lo que me permitirá levantar las restricciones”, anticipó el Presidente sobre la salida del cepo que todavía sigue en veremos.
El consumo, en caída
Otra de las deudas pendientes con las que termina el primer año de gestión de Milei tiene que ver con el consumo, que experimentó una fuerte caída en 2024 y que recién se recuperaría (de manera parcial) en 2025, aunque con algunos factores como la baja de los ingresos limitando esa posibilidad.
“El consumo masivo sigue en un contexto restrictivo, con señales de recuperación muy lenta y una competencia creciente de otros sectores de consumo”, explican consultores y comerciantes al cabo de un año en el que las políticas destinadas a alcanzar la estabilidad macroeconómica resintieron en gran medida la compra de alimentos y otros bienes en los hogares, afectados por una inflación que en el primer trimestre del año se mantuvo en los dos dígitos para luego comenzar a descender: 20,6% en enero; 13,2% en febrero y 11% en marzo. Fue en ese momento cuando se registró la mayor contracción en las compras, que llegaron a retroceder un 30% tanto en supermercados y autoservicios, como en comercios minoristas de distintos rubros.
A partir de abril, la inflación bajó a un dígito, hasta llegar al último dato de 2,7% en octubre, según la medición del Indec. Pero además, con el objetivo de lograr el equilibrio fiscal, el Gobierno avanzó este año con recortes en los subsidios al transporte y la energía, eliminando beneficios para sectores de ingresos medios y altos, a la par que retaceó las transferencias a las provincias.
También se eliminaron los controles de precios de la canasta de productos básicos, mientras se flexibilizaron las condiciones para importar productos de consumo masivo. Esto generó un reacomodamiento en la disponibilidad de artículos y precios en las góndolas.
Dentro del IPC de octubre, los alimentos y bebidas y el transporte tuvieron una suba de 1,2%, por debajo del nivel general. Sin embargo, el costo de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles es el rubro que más aumentó, con un incremento de 5,4% mensual.
Por otro lado, en el primer trimestre del año, la pobreza llegó al 55% de la población para caer al 49,9% en el tercer trimestre, todavía por encima del 44% de noviembre 2023, según el último relevamiento del Observatorio de Deuda Social de la UCA, que también advirtió que el 29,9% de los hogares no pagó tasas o impuestos, mientras que el 29,4% debió recortar el gasto en remedios y otro 27,1% no pudo pagar algún servicio.
Aún así, hacia la última parte del año comenzó a verse una desaceleración en la caída del consumo: según CAME, las ventas minoristas pyme subieron por primera vez en el año, con un incremento de 2,9% interanual en octubre. Aunque acumulan una caída de 13,2% en los primeros diez meses del año y, si bien se espera una recuperación parcial de lo perdido este año, “todavía se está lejos de una recuperación sólida”, advirtió Juana Merlo, titular de la consultora ShopApp, a la par que aclaró: “Hay un consenso entre economistas y empresarios de que lo peor ya pasó. La inflación está mostrando signos de desaceleración y se espera una mejora gradual en los ingresos reales, pero no hay que esperar un rebote rápido”.
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