Casa sola, ladrones sueltos: la saquearon y hasta comieron golosinas

“Hace ya un tiempo que vengo madurando la idea de mudarme de acá. Y con lo que me pasó ahora, me decidió más”, reveló en la tarde de ayer a este diario la víctima de un escruche ocurrido en los monoblocks de Barrio Aeropuerto.

La confesión de María (55) se dio en medio de su desánimo por lo que fue, indicó, el único episodio de inseguridad padecido en su departamento de esa torre, ubicada en las calles 2 y 611, desde que se radicó en ese barrio en el año 2005.

Consultada por el ilícito en su vivienda, relató que “salí a las 8 de la mañana (del jueves) por un compromiso laboral y más tarde me avisó una vecina que habían entrado a robar en mi departamento” de la planta baja del edificio.

Una hora más tarde, cuando María regresó desesperada por la desagradable noticia, observó azorada que “me rompieron una pared lateral, que da a un patio interno. Había cuatro ladrillos de cemento tirados en el suelo y se mandaron por ese hueco”.

“Creemos que fueron menores de edad que serían de la zona y deben haber sido varios, por el desorden que me dejaron. Revolvieron todos los muebles, cajones y bolsos”, consignó.

“COMIERON Y BEBIERON”

La damnificada luego dio a conocer cómo se desenvolvieron los delincuentes en su propiedad.

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“Abrieron el freezer y comieron un alfajor que habíamos dejado ahí. Pero también unos chocolates. Entonces, sacaron de la heladera botellas con agua fresca y la tomaron”, reveló.

Presumiblemente después de alimentarse y saciar su sed, los escruchantes se abocaron al propósito primario que los tenía en ese lugar.

Fue entonces que tras revisar minuciosamente los potenciales escondites del dinero que había en la finca, “me sustrajeron un poco de dólares que guardaba”.

Si bien evitó precisar el monto, uno de los oficiales a cargo de la investigación policial aseguró a EL DIA que “le robaron 500 dólares”.

Por lo demás, María detalló que además los ladrones la despojaron de “un televisor de 32 pulgadas, una PlayStation 4 con sus joysticks, un teléfono celular J7, varias prendas de vestir y hasta ropa interior masculina”.

Enseguida recordó que, inclusive, los autores del escruche “encontraron una llave, con la que abrieron el portón de entrada y escaparon”. Acotó que “por eso, tuve que hacer cambiar después la cerradura”.

Asimismo, citó que además desaparecieron unas sábanas, que seguramente las usaron para envolver las cosas más grandes que me robaron”.

Otro robo que constató, dijo, fue “el pulsador de la alarma vecinal”.

“ENCONTRARON HUELLAS”

En otro pasaje de la charla con este medio, María hizo saber que luego del robo en su departamento, “vino la Policía Científica y encontró huellas dactilares chicas, lo que demostraría que quienes vinieron acá eran menores de edad”.

Asimismo, refirió que “ya hubo otros robos por la zona” y vino a su mente un incidente ocurrido “hace unos días”. Fue cuando, mencionó, “había en la entrada a los monoblocks dos pibes que tenían dos cuchillas. Alguien de la torre se dio cuenta, les gritó y recién ahí se fueron”.

María volvió sobre la idea que sobrevuela en su mente: la de mudarse. “Quizá a una vivienda más cercana a la de mis hijos, que están en el barrio San Carlos”, consignó.

Pero al mismo tiempo, comentó que en caso de resolver seguir viviendo en Barrio Aeropuerto “voy a averiguar precios de cámaras de seguridad, que en el barrio no hay. Y también pediré presupuesto por sistemas de alarma”.

Mientras tanto, quienes le robaron -por lo menos hasta ahora- continúan prófugos.