Fallas recurrentes en los servicios públicos dejan desamparados a miles de vecinos

Un informe publicado ayer en este diario mostró que tres de los principales servicios públicos dejaron de funcionar al mismo tiempo en los últimos días y en muchos barrios de la Región.

La conjunción negativa seguramente marca un récord de ineficacia en las prestaciones. Fue así que en las últimas jornadas se reiteraron los reclamos de usuarios por el agua, el teléfonos y la luz.

Las deficiencias se registraron, como se sabe, en días agobiantes por el calor y, luego, a partir de la fuerte tormenta que se desató. Muchos teléfonos quedaron mudos seguramente por los intensos vientos que pudieron afectar a las redes aéreas.

Pero a esa situación que es contingente, deben sumarse los numerosos teléfonos fijos que quedaron mudos en los últimos meses por decisión unilateral de la empresa Movistar que abandonó el servicio, alegando que “hay muchos robos de cables”.

Cabe consignar que nunca se informó oficialmente cuántos aparatos telefónicos domiciliarios fueron eliminados en la zona de La Plata y localidades de la periferia. Por lo pronto, fueron muchos los usuarios que se enteraron después que su teléfono -del cual fueron titulares durante décadas- había sido dado de baja y el servicio anulado. Desde luego que los perjuicios para esos vecinos fueron enormes.

En ese contexto, se vio también en los últimos días interrumpido el servicio de telefonía fija en el sector que va del camino Centenario a diagonal 4, desde 462 a 465. En este caso los usuarios aseguraron haber presentado los correspondientes reclamos sin obtener ninguna explicación ni respuesta por parte de la empresa Movistar.

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En el caso del agua, a pesar de que en algunos puntos de la Ciudad se hicieron presentes camiones cisterna de ABSA y se entregaron bidones a las familias perjudicadas por la falta del servicio, los vecinos aseguraron que con esa provisión estuvieron lejos de cubrir sus necesidades básicas.

En Gambier, vecinos de 46 entre 132 y 133 se quejaron porque salía un “hilo” de las canillas de las viviendas después de ocho días de carecer por completo de agua. En otras zonas de la Ciudad hubo protestas por la presencia de arena en el agua domiciliaria que distribuye Absa.

La nota publicada ayer en el diario presentó un detalle de las zonas que se vieron privadas en las últimas horas de los tres servicios, en situaciones que no se reflejaron solamente en el casco urbano sino, también, en localidades de la periferia.

Lo cierto es que los pobladores de la Región padecen un verdadero calvario por estar sin servicios domiciliarios esenciales, definitorios de una mejor calidad de vida.

Cabe destacar que, entre las características dominantes que hacen a los servicios públicos la doctrina del derecho administrativo menciona la regularidad, continuidad, generalidad y obligatoriedad. Sin cumplir con esas condiciones, se ven desnaturalizadas y desvirtuadas sus prestaciones.

Es de esperar, entonces, que las empresas se ajusten a esos parámetros y que las autoridades con incumbencia, así como los entes de contralor, se ocupen de defender los derechos de los usuarios a contar con suministros domiciliarios que reúnan esas características de confiabilidad y continuidad.