Violencia desmedida: otro robo al filo de la tragedia en La Plata

Lejanas quedaron las épocas en que delincuentes, para robar, se limitaban a sacar algún arma para asustar a sus víctimas, despojarlas de sus pertenencias y escapar enseguida.

Pero en los difíciles tiempos que afrontamos en los últimos años, esos “códigos” de sustraer pertenencias sin violencia cambiaron radicalmente. Ahora predominan los asaltos en banda, con ladrones que no reparan en golpear, maniatar y hasta lastimar a sus víctimas. Además de hostigarlas con crueles amenazas.

Hasta mutaron las zonas elegidas para cometer las fechorías. Antes prevalecían los robos en sectores de la periferia, aunque actualmente los atracos se dan mayormente en el casco urbano.

Muchos de esos episodios, inclusive, se dan en pleno centro de La Plata, como ocurrió cinco minutos antes de las 9 de la noche del jueves en la dietética ubicada en 15 entre 46 y 47.

“FUE EN UN MINUTO”

El propietario de este comercio es Emanuel Pelegri (26), quien en la tarde de ayer le contó a EL DIA cómo transcurrió el angustiante atraco que soportó una joven empleada suya.

“Ya ella estaba por cerrar, cuando se metieron acá, apurados, cuatro jóvenes de entre 20 a 25 años, uno de ellos al menos con un arma de fuego”, citó inicialmente.

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Emanuel indicó que los integrantes de esta banda “venían de robar a un supermercado que está a pocos metros de mi negocio”. Según pudo saber este diario, de ese otro local “robaron un poco de dinero y varias botellas de bebidas alcohólicas”.

En la dietética, apenas los ladrones quedaron a centímetros de la vendedora, los sujetos le gritaron “callate la boca y tirate al piso”, de acuerdo a lo revelado por el dueño del negocio.

Su enojo era evidente, tanto por el pésimo momento sufrido por la vendedora como por la exigencia que le impusieron: “le reclamaban que les diera `la plata grande´, cuando cualquiera se da cuenta que el local es chico como para tener sumas de dinero importantes. No es un Banco esto”.

Enseguida precisó “fue todo en un minuto”, como así también que “se apoderaron de unos 30.000 pesos que había dentro de la caja registradora. A su vez, le sustrajeron a mi empleada su iPhone, que cuesta un millón y medio de pesos”, puntualizó Emanuel.

Sobre ese moderno teléfono móvil, rescató que “gracias a su tecnología se pudo establecer, con su GPS, que los delincuentes lo tenían en la zona de El Mercadito”.

Luego, el comerciante refirió que “la Policía ya tiene en su poder el video de las cámaras de seguridad de mi comercio y la ubicación donde estarían estos pibes”, en relación a los asaltantes. “Ahora falta que los puedan ir a buscar y atraparlos”, completó.

“EL BARRIO ESTÁ COMPLICADO”

Asimismo, el joven dejó en claro el contexto en que se produjo este doble asalto en pocos minutos, en su dietética y “en el supermercado de enfrente”.

En tal sentido, sentenció que “el barrio está complicado” con la inseguridad. Agregó que “mi comercio hace cuatro años que funciona en la cuadra. Y si bien es la primera vez que se da un asalto a mano armada, anteriormente hubo otros delitos, principalmente de mecheras y de quienes en un descuido robaron sus celulares a empleadas”.

“VOY A PONER REJAS”

Pero el grave incidente de inseguridad registrado allí en la noche del jueves, lo impulsó a adoptar una fuerte decisión. Al respecto, Emanuel reveló que “ya cuento en el negocio con cámaras de seguridad y ahora pediré presupuestos a herreros para hacer poner rejas”.

“Los que pagamos impuestos y trabajamos para cubrir los gastos, terminamos tomando esta medida. Pero detrás de rejas deben estar los ladrones”, finalizó.