“Dune: Parte Dos”: el “plato fuerte” de una saga que quiere conquistar los cines

Quedan pocos tanques de Hollywood, cada vez menos películas capaces de convocar multitudes en las salas. Marvel subsiste, como puede, cada vez más alicaído, pero viene de su peor desempeño en la taquilla. “Star Wars” se retiró del cine. Las ”Jurassic Park” ya son tomadas en sorna, “Misión Imposible” mueve más gente en las redes que en las salas.

Pero el cine resiste, y con afán de ser el “Barbenheimer” de este año llega el jueves a las salas la segunda parte de ”Dune”, el regreso del Denis Villeneuve a la saga fantástica de Arrakis, aunque en su mente, dice, nunca se fue.

La secuela es la culminación de un viaje cinematográfico de seis años, precedido por más de 40 años de soñar con ella. Y es una que Christopher Nolan ya ha comparado con (“El Imperio Contraataca”) de “Star Wars”: “Tiene una tremenda cantidad de imaginación visual y construcción de mundos a una escala que no había ventajas del cine de una manera que no sucede a menudo” , tiró el realizador de “Oppenheimer”.

Llegar a una segunda parte ya es todo un hito en sí. El cine fantástico se suone en baja, y la “filosófica” y compleja “Dune” de Frank Herbert, la novela en que se basa la saga de películas, ya ha sido problemón para otros cineastas en el pasado. Confundidos quedaron David Lean y Alejandro Jodorowsky. David Lynch es el único que realmente llegó a materializar la novela en una película de 1984 filmada en México, pero fue un fracaso tal que sus dos secuelas fueron rápidamente canceladas, aunque con el tiempo se ha vuelto de culto.

La de Villeneuve podría haber corrido el mismo destino: obsesión de larga data del cineasta de ”La llegada”, que leyó la novela a los 13 y desde entonces quiere adaptarla al cine, finalmente tuvo su oportunidad para hacerla, pero llegó en uno de los momentos más turbulentos de la historia de Hollywood, enfrentándose a dos estrenos retrasados (uno debido a la pandemia, el otro debido a las huelgas de Hollywood), un cambio histórico al streaming y cero garantías de que obtendría una “segunda parte”.

“Las condiciones no podrían haber sido peores para estrenar (la primera parte)”, dijo Villeneuve. “Y aun así la película tuvo una taquilla decente”.

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Incluso en ese tiempo incertidumbre, el director nunca dejó de trabajar en el guion de la “Parte Dos”, pues si obtenían luz verde, quería estar listo para comenzar. Para cuando su cinefotógrafo Greig Fraser se llevó el Oscar a la mejor fotografía por “Dune”, ya estaban inmersos en la preproducción de la segunda. Y pronto todos estaban de vuelta en Budapest con las cámaras rodando en julio. Pero a pesar de que habían conquistado el desierto en la “primera parte”, les esperaban nuevos desafíos.

“Al principio, todos llegamos a este proyecto sintiéndonos confiados”, dijo Villeneuve. “Y esa confianza se erosionó rápidamente”.

LA TRAMA

“Dune: Parte Dos” sería mucho más desafiante técnicamente, con al menos siete secuencias de acción principales en comparación con las dos de la primera. Comienza con Paul Atreides, interpretado por Timothée Chalamet, tras el ataque calculado y devastador de una casa rival a su familia, la cual acababa de establecer el control del planeta desértico Arrakis, rico en minerales. Con su padre muerto, Paul y su madre Jessica (Rebecca Ferguson) se retiran al desierto, donde establecen una tenue alianza con los nativos de Arrakis conocidos como Fremen (a la que pertenece el personaje interpretado por Zendaya). Paul entrena para luchar junto con ellos para repeler a los invasores Harkonnen.

Chalamet y Zendaya, la dupla protagónica de “Dune: parte dos”

Uno de los retos era filmar a Chalamet “surfeando” en un gusano de arena de una manera que fuera emocionante y cautivadora y nada tonta, algo que Villeneuve tuvo que descubrir cómo traducir de lo que había imaginado para que tuviera sentido para todos los integrantes del equipo de producción.

La producción costó 122 millones de dólares y, otra vez, enfrentará desafíos en una taquilla difícil, un momento de cines vacíos, con una industria en crisis tras el enfrentamiento laboral en Hollywood por el que los guionistas y actores se fueron a huelga el año pasado, y también por un panorama en el que los superhéroes ya no son los confiables ”éxitos de taquilla” que alguna vez fueron.

¿LA PELÍCULA MALDITA?

Nunca parece ser el momento de ”Dune”, lo que permite que, aún cuando la saga de Villeneuve se estrenó y alcanza ahora una secuela, se sigue hablando de “la maldición de Dune”. Y la producción, además, confía: “Dune” es un tipo diferente de franquicia. La primera “Dune” recaudó poco más de 400 millones de dólares, a pesar de que se estrenó simultáneamente en el servicio de streaming Max. Villeneuve tiene más esperanzas esta vez. Después de todo, el apetito del público por el cine es más fuerte que a finales de 2021. También cree que la “segunda parte” es más entretenida y se puede disfrutar sin haber visto la primera.

“Lo que traté de hacer con mis últimas tres películas es impulsar esta idea de evento y la gran escala. Creo que esa es la forma en que las películas sobrevivirán”

“La primera parte fue más meditativa”, dijo. “Estábamos siguiendo a un chico descubriendo una cultura. Ahora estamos con el chico vengando a su padre, enamorándose. Es más una película de acción. La parte uno era como el aperitivo. La parte dos es el plato fuerte. Me da miedo decirlo, pero siento que es la película que nací para hacer”.

Y según como le vaya, la cosa podría continuar: Villeneuve también ha dejado la puerta abierta para más, pues hay más libros de Herbert. Pero por ahora, va a dar un paso atrás y dejar que “Dune” respire un poco. Vendo sus películas en lo macro, de una manera que podría asegurar el futuro del medio que tanto ama. “Lo que traté de hacer con mis últimas tres películas es impulsar esta idea de evento y la gran escala”, dijo Villeneuve. “Creo que esa es la forma en que las películas sobrevivirán”.