La falta de financiamiento nacional paralizó las obras de extensión de la Autopista
Edición Impresa | 5 de Febrero de 2024 | 02:52

Fernando Coradazzi
fcoradazzi@eldia.com
La falta de transferencia de fondos por parte del Estado nacional, prácticamente paralizó las obras que se estaban realizando para prolongar la autopista Ricardo Balbín (La Plata/Buenos Aires) desde la bajada de la diagonal 74 hasta su empalme con la ruta 11.
Son 11 kilómetros que van a darle conectividad al puerto de La Plata, ubicado en Ensenada, con el de la ciudad de Buenos Aires y con el resto de la Provincia y el país.
Además, ayudará a descongestionar el tránsito automotor por la avenida 122, que divide a La Plata con las vecinas Berisso y Ensenada, y beneficiará la circulación de más de 27 mil vehículos diarios.
La obra representa una inversión de $66.809 millones y la generación de 200 puestos de trabajo directos (que hoy están en riesgo) e incluye la repavimentación y duplicación de cinco kilómetros del Camino Rivadavia, la construcción de un viaducto, dos puentes, intervenciones hidráulicas y de alcantarillado, forestación y demarcación.
La ampliación de la Autopista se inició en diciembre de 2013 y se paralizó en junio de 2018 -con un avance físico del 7 por ciento- por una medida cautelar, que ordenó la interrupción de los trabajos hasta tanto se informara su impacto ambiental. Finalmente, se reactivó en mayo de 2021.
Pero desde que asumió la gestión del presidente Javier Milei, dejó de tener financiamiento. No se pagaron los certificados de obra y no hay perspectivas de que la obra se reactive durante este mes, según explicaron a EL DIA fuentes del gobierno provincial.
“Solo Pequeños movimientos de tierra”
“Hoy la empresa solo está haciendo pequeños movimientos de tierra y terminó la pavimentación de 2 mil metros de la Avenida Rivadavia, pero nada más. En diciembre se cortó el financiamiento”, explicó Federico Stiz, ex gerente de Vialidad Nacional y vecino de Ensenada.
Y afirmó que “hoy, como está el camino Rivadavia intervenido es un peligro para los automovilistas. Hay que avanzar con la obra”, enfatizó.
Además de la prolongación de la autopista Ricardo Balbín, desde el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia afirmaron que son más de 500 las obras que están paradas por falta de financiamiento del gobierno nacional.
Problemas con el pago de salarios
En la última semana, la Cámara Argentina de la Construcción CAMARCO) expresó en un comunicado que hay 3.500 obras públicas frenadas y las 1.400 empresas del sector están con serios problemas para el pago de salarios.
La obra pública explica el 25 por ciento de la actividad total en el rubro Construcción y el 40 por ciento del empleo de todo el sector. Dan empleo a 500 mil obreros, cuyos trabajos están en riesgo. En la provincia de Buenos Aires sería casi 100 mil el número de trabajadores afectados por el freno en la actividad.
En el plano político, la abrupta salida de Guillermo Ferraro del Ministerio de Infraestructura y su conversión en Secretaría bajo la conducción del ministro de Economía, Luis Caputo, paralizó los planes que tenía pensado ejecutar el anterior ministro.
Por otro lado, tras anunciar el retiro del paquete fiscal de la Ley Ómnibus, Caputo debe compensar la falta de fondos con un recorte mayor de los gastos, estimados en 3 puntos del PBI. En esos gastos figura la obra pública.
Para el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que hizo un análisis de la coparticipación federal mediante una mensualización del acumulado al día 29 de enero pasado, las transferencias automáticas a las provincias caerían este año un 12,2 por ciento en términos reales en relación al año pasado.
Y según este estudio, la provincia más perjudicada será la de Buenos Aires, con un recorte superior al promedio: 14,6 por ciento.
No estamos hablando de fondos discrecionales del tesoro nacional. Sino de lo que le corresponde por ley. En criollo, es como si a un empleado le recortan el salario que cobra todos los meses.
También es cierto que la construcción ya viene en caída desde el final de la gestión de Alberto Fernández. El último Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) mostró una caída interanual de la actividad de 2,1 por ciento.
Seguramente el que anunciará el Indec esta semana será peor.
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